[ Capítulo 31 ]

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Sus ojos se abrieron con dificultad, un gran rayo de sol entraba por la única ventana rota de la vieja y sucia habitación. Otro día más en ese asqueroso lugar rodeado de malas personas que solo querían hacerle daño a sus amigos. Visualizó todo el lugar detalladamente para poder encontrar algo que pudiera ayudarles, y como siempre, no había nada, más que sábanas viejas, cortinas rotas y un colchón viejo con pequeños insectos sobre él. Se enderezó del suelo, sentándose sobre el frío asfalto que parecía tener ya huellas de cuánto tiempo permanecía allí.

A su lado, JungKook dormía plácidamente en la misma posición que en la que durmió él. Lo dejaría dormir un rato más.

Suspiró cansado, queriendo desaparecer ese pesado nudo en su garganta que comenzaba a formarse. El crujir de la puerta lo hizo desviar la mirada del menor y tragarse sus lágrimas. El mismo hombre de siempre paro frente a él.

"¿No piensas despertar a tu amigo, lindo?" una sonrisa sínica se formó en su cara.

"Púdrete, imbécil" Jin escupió a los pies. BM solo rió divertido.

"Bien, bien" un hombre desconocido entró solo para dejar un vieja silla en la que el rubio se sentó "Vengo a proponerte un trato que nos conviene a todos, ¿De acuerdo?" el contrario no respondió "Ah, no me gusta que me ignoren pero bueno, tienes derecho a estar enojado. Sigamos. Realmente no creo que pases este acuerdo, tus amigos podrían resultar... muertos" el corazón de Jin se estrujó de solo imaginar eso__El trato es este...


[...]

"¡Mierda, corre, Jeon!" el grito del mayor hizo que acelerara el paso. 

Llevaban corriendo desde hace minutos.

JungKook se había despertado al sentir como un hombre mucho más grande lo cargaba en su hombro, otro hombre hacía lo mismo con Jin. Caminaron por los pasillos del viejo edificio abandonado hasta llegar al patio trasero, en donde el tal BM llegó para notificar su muerte ya que no les servían más. Su mayor tomó la oportunidad al ver como todos sus guaruras se iban al escuchar a su jefe decirles que quería divertirse solo. 

Se abalanzó a el, tumbándolo al suelo de un puñetazo, el contrario no parecía tener fuerza ni saber pelear, así que subió los brazos al ver que el soldado tomó el arma en sus manos. Ahí fue cuando empezaron a correr, escapando lo más posible del hombre que quería asesinarlos. Disparos se escuchaban tras de ellos, aunque muy lejanos como para herirlos.

Atravesaron el centro de la isla, todo era igual que hace semanas. El rubio lo miró, subiendo su dedo índice a sus labios al ver a un infectado a unos pocos metros de él. Parado en medio de la calle, sangre cayendo de su boca, la cual parecía partida y rota en su totalidad, no tenía un brazo, venas salían de su frente y cuello, y sus ojos estaban cubiertos de una sustancia negra muy espesa, un completo monstruo horripilante. Si hacían un minúsculo ruido, eran declarados oficialmente muertos. 

El menor de los dos caminó lentamente hasta un vehículo olvidado, su mano se agitó en señal a su hyung para que este caminara a donde estaba él. El rubio actuó rápido pero con precaución, resguardándose. 

"Solo pasemos rápido, no puede vernos" susurró, el pelicereza asintió. 

Pero justo antes de que Jeon pudiera dar un paso, un estruendoso ruido interrumpió el silencio, había pateado sin querer un tubo de metal, maldijo mentalmente al ser tan estúpido. Un gruñido se escuchó fuerte y claro muy cerca, acompañado de pisadas flojas. El caminante iba hacia ellos.

"Voy a correr, quiero que tu corras en dirección opuesta, atraeré su atención así que se silencioso" su mayor volvió a susurrar. El negó.

"¿Qué haré sin ti, hyung?" el contrario sonrió levemente.

"Ve a la casa de los Min y espérame ahí, si no llego en menos de 24 horas, vete" y antes de que el menor lograra responder, Jin ya iba corriendo, seguido del espantoso infectado.

JungKook solo pudo rezar para que a su hyung no le pasara nada y llegara al lugar acordado.

/ ₪ Vɪʀᴜs ₪ / JimSu [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora