La puerta chilló al ser abierta, JungKook entró lentamente, intentando que el choque de sus botas con el suelo de madera de la casa no emitieran sonido alguno. La casa era un desastre. Pudo ver desde su lugar como manchas de sangre cubrían parte de la pared y muebles.
Caminó lentamente hasta el comedor, en donde un olor putrefacto se podía percibir a todo su esplendor. El cuerpo de una de las trabajadoras estaba tendido en el suelo con mordidas en distintas partes de su cuerpo. Retrocedió hasta las escaleras, las que crujieron levemente al poner un pie sobre estas. No tardó mucho para ya estar en el segundo piso de la gran casa. Caminó hasta el cuarto que les habían asigando a ellos cuando llegaron. La ventana estaba abierta y de ella se coloba un frío viento, producto de la gran tormenta que se acercaba a la isla.
Fuertes pisadas en el pasillo lo hicieron reaccionar y esconderse bajo una de las camas. Un gruñido fue lo que escuchó. Asomó muy poco sus ojos a la esquina de su escondite, logrando observar unos zapatos de vestir con pequeñas gotas de sangre. Era el padre de Min. O al menos eso pensó al verlo vestido así. Su cara no podía distinguirse muy bien debido a las mordeduras.
Tapó su boca y controló su pesada respiración, la cual se aceleró, al notar como el infectado entraba a la habitación.
<<¿Voy a morir acaso?>>
Negando, buscó algún objeto que pudiera utilizar como arma, no quería pero si su vida corría riesgo, tendría que matar al progenitor de su amigo.
Otro gruñido. Otro paso.
Justo cuando creyó estar listo con un libro polvoriento que encontró a su lado, un sollozo se escuchó tras las puertas del baño que tenía el cuarto.
Había alguien más y él, y el infectado, se habían dado cuenta. Con la mayor rapidez posible, salió de su escondite y atacó al mayor golpeando su cabeza, éste reaccionó y no tardó para aventarse intentando morder su tierna carne. Jadeó adolorido al sentir el golpe en su cabeza contra el duro suelo, luchó para no caer desmayado por el impacto. Aún con el libro en su mano, trató de defenderse, colocando aquel viejo objeto entre la boca del caminante para que no pudiera morderlo.Sus brazos se acalambraron, sus fuerzas se iban y estos cada vez bajaban más, los ojos de esa cosa se conectaron con los suyos, él no pudo evitar sollozar, tal vez había llegado la hora de su muerte y él no había podido despedirse de TaeTae. Esos pensamientos se vieron interrumpidos al ver y sentir como el cuerpo sobre él caía con una vara de metal incrustrada en su frente. Sin esperar más lo empujó a un lado.
Una chica de piel blanca, cabello rubio y ojos azulados lo veían con temor.
"¿E-estás bien?" su voz lo sacó de transe. Él asintió mientras aceptaba la mano que la chica le extendía gustosa por ayudar a levantarse.
"¿Hay alguien más aquí?" sacudió el polvo de sus manos en su pantalón, para luego sacarle la vara al hombre y mirar a la chica.
"Soy la única aquí. Me llamo Sorn, mucho gusto..." la chica sonrió, alzó sus cejas esperando el nombre.
"JungKook" la contraria asintió "¿Cuánto tiempo llevas aquí?" ella tardó en contestar.
"Creo que una semana" asintió "Si, una semana. Mi familia y yo vivimos aquí, cuando esto ocurrió estabamos en el centro comercial, salí junto con mi hermana y su hija mientras mamá y papá alejaban a esas cosas, luego de eso, nos dirigiamos hacia acá cuando un grupo de chicos nos vieron e intentaron capturarnos" explicó, JungKook asintió "Luego de que escaparamos de ellos, nos perdimos y de un momento a otro, ella ya no estaba, miré la casa y decidí pasar a ver si había alguien que pudiera ayudarme, pero no había nadie" suspiró.
"Y me temo que no lo habrá" respondió "Mira, estoy aquí por que un amigo quedó conmigo de vernos aquí, así que, si gustas, esperamos y nos vamos" Sorn alzó sus cejas.
"¿Irnos?, ¿A dónde?"
"Fuera de todo esto, a las orillas de la isla hay una cabaña que pertenece a un amigo, supongo que luego de estar ahí nos iremos de nuevo. Algo me dice que el grupito que te topaste, es el mismo que quiere a uno de los mios"
[...]
Su corazón latía a mil. Las ramas crujian a cada zancada que daba y sus piernas no tardarían en rendirse luego de correr por mucho tiempo, ¿Dónde había quedado su arduo entrenamiento? Decidió parar al no escuchar nada tras de él. Había perdido al infectado y a los dos más que lo seguían.
Su espalda se recargó en un duro tronco húmedo de árbol. Respiró profundo y miró al cielo. Estaba gris, con nubes que parpadeaban cada rato producto de los rayos que peleaban por salir e impactar en el piso seco. El viento soplaba fuertemente, logrando mover su húmedo cabello rubio que se pegaba a su frente debido al sudor.
Debía volver con el menor antes de que la tormenta llegara a ellos. Juntando todas sus fuerzas, comenzó a correr hacia donde debía estar la casa de los Min. Pero el sonido de ramas romperse y gruñidos lo detuvieron. Sus ojos se abrieron al ver la imagen frente a él. Una gran orda caminaba lentamente en el mismo sentido en el cual se dirigía. Esto no podía estar pasando.
Caminó despacio, pisando los lugares en los cuales no se veían ojas o ramas secas. Estando ya lejos de ellos, lo suficiente para que no los escucharan, comenzó a correr.
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Bueno, vuelvo a editar
esto por que ayer ya no
pude agradecerles, eran
como las 2 y me estaba
cayendo de sueño ya que
todo el día estuve haciendo
tarea. El lunes tenía planeado
subir este y otro más,
obviamente no contaba con
toda la tarea que nos dejarían.
Pero bueno, ¡Gracias por los
5k! Y perdón por haber
tardado en decirlo, incluso
ya vamos a llegar a los 6k.
No creí llegar tan lejos, pero
aquí estoy, gracias por su ayuda.
De verdad.
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/ ₪ Vɪʀᴜs ₪ / JimSu [PAUSADA]
Fanfiction𝐋𝐚 𝐠𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐬𝐞 𝐡𝐚 𝐯𝐮𝐞𝐥𝐭𝐨 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐥𝐨𝐜𝐚 𝐝𝐞𝐬𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐡𝐚 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐝𝐨 𝐞𝐬𝐞 𝐯𝐢𝐫𝐮𝐬 𝐝𝐞𝐣𝐚𝐫𝐨𝐧 𝐝𝐞 𝐩𝐞𝐧𝐬𝐚𝐫, 𝐚𝐡𝐨𝐫𝐚 𝐬𝐨́𝐥𝐨 𝐥𝐞𝐬 𝐢𝐦𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚 𝐞𝐥𝐥𝐨𝐬 𝐦𝐢𝐬𝐦𝐨𝐬, 𝐧𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐬𝐞...