¡YA CÁLLATE SOOBIN! [Yeonbin/Soojun]

16: Para siempre (Final)

Sin lugar a dudas fue una semana alocada.

Yeonjun aprovechó esos 7 días como si fuesen los últimos de su existencia.
Obligó a Soobin a ir a museos, exposiciones, y a probablemente todos los rincones ricos en cultura del lugar.

No era el fuerte de Soobin, pero ver a Yeonjun feliz, funcionaba para él.

Quien diría que terminaría interesándose por todo aquello. Tal vez se debía también a la buena compañía de Lex y Yeonjun. Él solo sabía que se estaba divirtiendo.

Claramente las fiestas que dio los últimos tres días, contribuyeron a su buen humor. Soobin tenía una alma fiestera y eso nadie podía denegárselo.

Las había extrañado, lo había disfrutado mucho más teniendo a su mejor amigo a lado. Revivir aquellos momentos se sintió como magia.

Tal vez no habían sonreído tanto y con tanta sinceridad desde hace mucho.

Las sonrisas eran reales.

Los sentimientos eran reales.

Todo era real.

Esa última noche en Grecia también fue real. Y probablemente, en la actualidad podría ser descrita por Soobin como la mejor noche de su existencia.

La fiesta había terminado.
Se habían despedido de toda la gente que Yeonjun recién conoció y Soobin tuvo el placer de volver a ver.

Se despidieron con pena de Lex, quien fue su mejor tercera rueda durante esos 7 días.

Mañana regresarían a sus vidas de nuevo.

A enfrentar la realidad.

Ojalá el asueto fuera eterno.

Ambos sentados en las reposeras mirando hacia el mar, tal como el primer día que llegaron, solo que esta vez, el cielo pintaba de un negro poético y estaba bellamente decorado con destellos de estrellas brillantes que daban un toque melifluo a la noche.

Soobin cerró los ojos temiendo que ese momento llegara.

Habían sido días tan alegres y despreocupados, que por un momento olvidó la razón del viaje. Olvidó que alguien le debía una respuesta.

Ojalá se pudiera pausar el tiempo para revivir esta semana una y otra vez. Así, aunque la repuesta no fuera la que él quisiera oír, por lo menos viviría feliz atrapado en el recuerdo de aquella semana tan maravillosa a su lado.

No desees cosas que no se pueden, Soobin. Para ahora ya deberías haberte dado cuenta de lo tóxico y dañino que es hacer eso.

Los nervios nauseabúndos empezaron a acechar al menor.

Volteó a ver a Yeonjun: imperturbable, su cabeza recostada hacia atrás en la reposera; observando el cielo, las estrellas... Aquella noche estrellada que no podría ser más perfecta en sus ojos.

Las cosas simples son definitivamente las mejores.

——Extrañaba esto ——habló Yeonjun con la vista en el cielo, recordando esas noches tranquilas ajenas al drama ——¿Recuerdas cuando nos tirábamos en el pasto todos los días a hacer esto?

Como olvidarlo.

Como olvidar cada atardecer, cada alba, cada día nublado que tuve la oportunidad de apreciar a tu lado...

El cielo nocturno siempre fue tu favorito.

——No podría olvidarlo ——sonrió con melancolía, copiando la acción del mayor