¿Que hago con esto que siento?

374 37 47
                                    

Habían pasado semanas desde aquella confesión, aún que todo iba relativamente rápido cada segundo era una tortura para Avdol, tener que esperar hasta la noche para que sus cuerpos se toquen era un tormento

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Habían pasado semanas desde aquella confesión, aún que todo iba relativamente rápido cada segundo era una tortura para Avdol, tener que esperar hasta la noche para que sus cuerpos se toquen era un tormento.

Polnareff aún no llegaba del trabajo, quién trabaja en sábados? Solo Jean, eso le molestaba bastante al moreno. Quería pasar ese lindo sábado con él y no hacer nada más que contemplar cada parte de él.

Bien le dijo su madre "Cuando te enamores, mi cielo, busca el amor y nada más que el amor" lo que si nunca le dijo fue cuánto dolería estar enamorado. Se encontraba limpiando el desastre que Jean había dejado la noche anterior en su habitación buscando su ropa del trabajo, encontró la camiseta negra de un solo tirante que durante esos 59 días traía puesta. Ahora estaba limpia y olía bastante bien y mucho al albino, la acercó a su nariz y olfateo con una sonrisa en los labios.

- Oh, mi amado... ¿Hasta cuándo me miraras a los ojos sin dudar de mi amor? - eso era lo que el no entendía. A pesar de que cada que estaban en un íntimo momento y se decían "te amo" Avdol se podía percatar de la inseguridad en la pronunciación de esas palabras por parte de Polnareff. - Alguien te ha lastimado a tal punto que eso de enamorarte te da miedo? O es por el hecho de que somos hombres...- pensar en eso le borraba la sonrisa de los labios, mejor se tiró en la cama y miro el techo aburrido preguntandose si el amor heterosexual es simplemente con el objetivo de reproducirse.

- opino que el amor más sincero es éste, pues... Es amor... Sin importar de quién se trate... Es amor...- hacia el típico puchero de inconformidad ante cualquier asunto. Escuchó como la puerta de la casa se abría dejando entrar al de cabello extravagante, el moreno se levantó rápidamente de la cama y salió para ver a su amado. Lo abrazo como de costumbre jalandolo de la cintura besando sus labios, el menor un tanto apenado se separó.

- Cuando quieras hacer eso, déjame cerrar la puerta primero... Pueden mirar. -
Lo dicho hizo fruncir el entrecejo del mayor. - tanto te interesa lo que los demás pueden llegar a decir de nosotros? O es por algún otro motivo?- el francés solo paso de largo ante el llendo camino a su habitacion directo a cambiarse de ropa, Mohammed un tanto indignado lo tomo del brazo. - ¿No me vas a responder? - bajó el tono de su voz haciendo que Polnareff se acercara a su pecho para esconder su rostro en el.

- lo primero - muy bajo había respondido, Avdol suspiró y sin más lo abrazo con algo de fuerza. - Cariño... - rara era la ocasión en la que esa clase de palabras salían de su boca pues las piernas le temblaban al hablar con el gracias a esas molestias mariposas en el estómago.

- se que es molesto este asunto, a mí igual me molestaría que quien amo se avergüence de ese sentimiento... Lo lamento - se separó de el con los ojos un poco llorosos, pues realmente que quiso decir con ese lamento?

Nuevamente sus labios se vieron expuestos en esa unión tan íntima, Polnareff algo jadeante se separó para tomar aire. - Estás un poco acelerado hoy - juntaron sus frentes... El menor había cerrado los ojos dejándose tocar por el moreno, lo hacía sentir nervioso pero realmente bien aún que habían ocasiones en las que lo tocaba de manera violenta sin quererlo. - Es por qué se trata de ti - Polnareff río y le tapó la boca.

⚞ℳ𝙮̶ ̶𝙡̶̶𝙤̶̶𝙫̶̶𝙚̶▻ // AVPOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora