En aquel día nublado de frío en el que yo estaba en ese castillo, supuestamente en el taller de mama.
Yo me senté tranquila en el colchón de paja después de encender el fuego y cuando estaba yo dormida entro alguien, lo escuché y se me hico reconocido pero estaba tan tranquila que me dormí otra vez.
- ¿Qué haces aquí? ¿Quién eres? Esta es mi habitación - dijo con una voz sorprendida y aparentemente cabreado.
Era más alto que yo, delgado, el pelo de un castaño oscuro, piel un poco pálida, cejas largas y pobladas, ojos grandes y grises, nariz recta pero un poco redondeada, dientes perfectos y labios gruesos...
Me sonaba de algo pero estaba tan dormida que no podía pensar bien.
Lo último que sentí o oí fue - un tranquila no se lo contaré a nadie - y me dormí.
Al despertar ya era de noche y yo me levanté rápido para dirigirme a dónde estaba mamá por qué no quería ser nueva y causar problemas.
- ¿Adonde crees que vas? - oí saliendo del cuarto a toda velocidad pero al oír eso pare en seco - ven - dijo la voz y me acerque a donde provenía la voz.
Era el príncipe Alexander así que él era el que me habló, había cambiado muncho desde aquella vez que lo vi de pequeña en el carruaje pero ¿que quería de mi?
- Hola Alexander - dije natural por qué si era un príncipe pero todo lo que tenía la realeza no se lo merecía.
- Príncipe Alexander - dijo el de forma burlona.
- Perdón señorito - dije enfadada - bueno, ¿que quieres? - dije.
- ¿Como que quiero? - dijo el indiferente - acabas de dormir en mi habitación así que dame una explicación a no ser que seas de esas mujeres... - dijo el de una forma que me hirvió la sangre.
- Ups perdón príncipe Alexander - dije en tono de burla pero al ver su cara me hirvió mucho más la sangre - ¿ES QUE NO ME PUEDO EQUIVOCAR O QUE?.
- YO NO TE ESTOY RIÑENDO NI NADA DE ESO SOLO QUIERO QUE ME DES UNA EXPLICACION.
- SOLO ME EQUIVOQUE.
- Vale pero baja lo voz, por favor.
- Uff vale.
- Ven - dijo y yo le seguí, me llevo a una habitación que no había visto - este es el taller de tu madre.
- ¿Cómo sabes de mi madre? - dije curiosa.
- Me lo dijo mi madre Evangeline, la reina.
- Ahh.
- Y tranquila no se lo diré a nadie de lo de antes - dijo el marchándose esperando una respuesta - no me piensas decir gracias por no contarlo.
- No - dije en seco solo por llevarle la contraria y el solo sonrió.
Después de que se fuera me dirigí a buscar a mama.
Y allí estaba ella en el gran salón con la reina Evangeline, estaba la reina sentada en el gran sofá y mamá enfrente de pie, suponía que estaban hablando de lo que tendría que hacer mi madre en el castillo o algo así.
La reina Evangeline era más mayor que mi madre, un poco rellenita, imponente, pelo canoso con rizos, un poco alta, piel un poco morena pero limpia y con brillo, apariencia seca, cejas largas y finas, pómulos levantados y rojizos, nariz recta, dientes perfectos, ojos grandes y verdes, labios poco gruesos...
- Hola Elizabeth - dijo la reina - controla a tu hija no quiero que ande por hay, tú Catarina ya sabes a dónde debéis de estar, así que díselo a tu hija. Adiós señoras - y se fue.
- Que? señora? - dije en tono de insulto cuando nos quedemos solas.
- Bueno... te tengo que contar todo lo que me ha dicho así que abre bien las orejas y después me dirás dónde estabas - dijo mama.
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REBELDE
Romansa[EN PROCESO] En esta historia podréis disfrutar de amor, traicion, comedia y drama... Todo empieza con una chica de una época antigua que su padre es obligado a irse a la guerra y su madre entre lágrimas lo tubo que despedir, un amigo que se tuvo qu...