Hermanastros『KOOKMIN』🧸 TERMINADA

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El sol se ponía en el horizonte, mientras se abrazaban desnudos bajo las sabanas. Jadeante, Jimin comprendió que nunca había deseado a nadie como a ese hombre a su lado, nunca había confiado tanto en nadie, nunca se había entregado como se entregó a él, ni siquiera con su ex pareja. Después de toda una mañana haciendo el amor, ellos se abrazaron y hablaron durante un largo rato, se besaban, susurraban y soñaban, y descubrieron cosas el uno del otro que anhelaban descubrir.

-¿Tienes hambre? -Preguntó con voz ronca mientras se volvía hacia el rubio y éste le acariciaba la piel.

-Dios mio, Jungkook... ¡Otra vez, no! -Musitó.

Sonrió y luego le besó.

-Me refiero a desayunar -Aclaró.

Jimin se sentía extrañamente tímido con él y, sin embargo, también muy cómodo. Todo era tan nuevo y diferente de lo que estaba acostumbrado. Jungkook tenía una manera tan tierna de mirarlo, y eso le gustaba.

-Ya es tarde para desayunar. Tenemos que prepararnos para ir a almorzar en casa -Dijo Jimin, reclinándose en la cama, y lamentando no poder quedarse allí para siempre .

-Creía que nos quedaríamos hoy aquí. -Volvió a besar al rubio, y por un momento, pensó que iban a empezar de nuevo, pero los dos estaban tan exhaustos y hambrientos

El rubio salió de la cama, cubriéndose el cuerpo desnudo con la sábana blanca.

-No podemos atrasarlo más, Jungkook.

Se alejó y se adentró al baño, segundos después volvió a la habitación. El menor seguía acostado, con los brazos bajo su cabeza y con una almohada sobre su entrepierna, cubriéndose. El rubio le pasó su toalla.

-Además, es la tercera noche que no voy a dormir en casa. No quiero que piensen que sus hijos se les están yendo.

-Pero están tranquilos porque estamos juntos.

-Sí, ¿y no te parece sospechoso eso? -Agarró las toallitas húmedas y se pasó por el rostro. -. Tampoco quiero que se hagan ideas en la cabeza, quiero ser yo quien les explique la verdad.

El pelinegro salió de la cama y se lió la toalla por la cintura, se acercó a Jimin y le dio un beso en la mejilla.

-Está bien, amor. Que sea lo que Dios quiera. -Finalizó para luego ir al baño.

Después fueron al supermercado a comprar una tarta de durazno para el postre. Ese día quedaron en almorzar con sus padres en su casa, habían varios factores, sin embargo, el más importante era el querer decirles completamente la verdad. Decidieron ya no callarse, ellos se querían, y querían estar juntos. No sabían qué pasaría después, estaban corriendo el riesgo de perder a sus padres, que no los acepten, que los deshereden. Sí, lo sabían.

Pero ya no había marcha atrás. Estaban decididos a decirle cuán enamorados están del uno y el otro y de lo insoportable y doloroso que es fingir ser hermanastros.

Tenían miedo, claro que sí, pero estaban juntos y se reforzaban entre ambos.

Cuando llegaron frente a la casa, esperaron que la puerta sea abierta. La empleada los recibió con una gran sonrisa y les dijo que sus padres estaban en la mesa del patio trasero.

Antes de cruzar la puerta de blindex, ambos se detuvieron para tomar aire y calmar sus adentros. Se sentían tan mareados y nerviosos.

-Okay, ya estamos aquí... Es ahora o nunca -Habló Jimin, miró a Jungkook y éste estaba serio, en una burbuja lleno de nervios. Sentía cosquillas en el estómago, como si estuviera en lo más alto de una monataña rusa. -. Podemos hacerlo, ¿verdad?...