Hermanastros『KOOKMIN』🧸 TERMINADA

🌸 FINAL 🌸

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Las puertas del paraíso se abrieron. Según él. Que estaba en paz.

Pero...

¿Qué es un paraíso?

¿Es ese lugar en donde tienes todo por fin y nada duele? ¿En donde una nueva etapa que no conocías se abre ante ti y puedes ser libre?

Esperaba que lo sea.

Porque todo el tiempo estuvo atrapado en un infierno que caló todo lo que le quedaba, hasta que el fuego se ahogó con la sonrisa de alguien que le cambió la manera de ver el mundo.

La felicidad es pasajera, sin embargo, la tranquilidad mental que te ofrece la persona correcta es lo que siempre queda, esa paz, ese bienestar. Mientras lo veía, su corazón no podía más de la alegría. Se preguntaba una y otra vez qué hubiese sido de él si no lo conocía nunca.

El orgullo de verlo cumplir sus sueños, muy lejos del qué dirán, muy lejos del miedo y la incertidumbre, su ahora pareja, Park Jimin, era todo lo que necesitaba para saber que se encontraba en un lugar seguro.

En ese que tanto anheló.

Su corazón hizo añicos su pecho cuando los ojos caramelos de su novio se cruzaron con los suyos, Jimin le sonrió, Jungkook le devolvió de la misma manera.

A unos metros de distancia estaba Park apunto de cortar con la gran tijera ese lazo rojo que colgaba en la entrada. Había pasado dos meses de su llegada a Venecia, en ese tiempo qué mucho ha cambiado.

Jungkook rió fuertemente cuando Jimin cortó el lienzo con la sonrisa más extensa en su rostro, sus ojos brillantes, su corazón brincando de alegría. Las personas a su alrededor le felicitaron con abrazos y palabras alentadoras, por su gran éxito.

Al terminar, Jungkook se le acercó lentamente, con su traje negro y la espalda ergida, los brazos tras la espalda, se veía tan seductor y sexy y Jimin lo notó desde el primer segundo que su atención paró en él.

Al estar a dos metros de distancia, Jimin le miró con una sonrisa ladina.

—Oh, millonario sexy, qué bueno verte. —Bromeó.

—¿Millonario? No soy yo el que está abriendo una academia de danza en el país más costoso —Dijo, con su sonrisa blanquecina. —, ¿puedo ofrecerle una copa de vino antes que vuelvan a arrebatarlo de mí?

Jimin ladeó, se acercó a Jeon y rodeó sus brazos a su cuello, se mordió el labio inferior mirando cauteloso y hambriento a los del ahora azabache.

—¿Qué te parece si me ofreces algo mejor? —Tras su murmuro, Jungkook se agachó y le dio un beso en los labios.

Sin importarles nada. Ni las personas predigiosas que yacían a su alrededor.

—Empecemos por lo normal —El azabache reveló sus manos tras la espalda con un ramo de rosas, Jimin brincó de felicidad.

—Oh, amor...

—Felicidades por cumplir tus sueños, sé que siempre quisiste abrir tu propia academia en este lugar y que lo hayas logrado, me emociona y orgullece plenamente. Espero estar a tu lado en cada éxito que cumplas y tú en los míos. Ser nuestras herramientas cuando estemos descompuestos y ser nuestras insipraciones cuando estemos bloqueados.

El ahora peli gris, agarró el ramo de rosas rojas y saltó a abrazar a su novio, un beso fugaz, que había tanto sentimiento en medio.

—Gracias. Y prometo estar en cada paso que demos, juntos, ahora en adelante será asi, Jungkook —Se miraron a los ojos, se conocían tan bien. —, porque ya no hay historia individual, ahora es nuestra historia.