[ 00.8 | un paso adelante ]

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Kuboyasu fue el primero en notar su presencia, parándose con una bella sonrisa que Fuyuka nunca había visto en su rostro, pero como el ambiente la había contagiado, una pequeña sonrisa de las comisuras de sus labios se asomó ligeramente de esta también.

-¿Ya comieron?- fue lo primero que atinó a preguntar, viendo como el menor de todos terminaba la partida en el famoso juego de carreras que tanto le gustaba y daba un pequeño salto para bajarse del sillón y llegar a su lado.

-¡One-chan!, ¡Aren jugó conmigo cuatro horas seguidas, obviamente no comimos!- alegó el menor. Fuyuka le dio una mirada rápida al peli morado, pero contrario a molestarse, miró hacia abajo para poder ver la gran sonrisa de su pequeño hermano menor.

-Esta bien, comamos los tres juntos entonces- habló, dirigiendo sus pasos a la cocina de su hogar. Kairi se mantenía agarrado con su mano derecha del pantalón de la chica con apego mientras que ella ponía la comida fría en la sartén para que supiera mejor. Aren llegó a su lado.

-¿Te ayudo en algo?- la de mechas miró levemente sus ojos, deteniendo su mirada brevemente en él y asintió, volviendo inmediatamente la vista a la comida.

-¿Sabes hacer ensalada?

-Obviamente que se, Aoki.- Aren soltó una melodiosa pequeña risita que resonó en los oídos de la chica con eco. La contraria sonrió también y asintió.

-¿Entonces me ayudarías con eso?

-Si, obvio- Sintió como el chico preparaba la ensalada a sus espaldas con rapidez, mientras ella se mantenía en la comida y su pequeño hermano menor veía atentamente como lo hacía.

-Eres bueno en la cocina, quien lo diría...- Fuyuka apagó el fuego de la cocina, y mientras el menor de todos era encargado para poner la mesa donde comerían, la chica se acercó curiosamente al chico. La nerviosa mirada de Kuboyasu pasó por sus pequeños ojos velozmente y solo siguió poniéndole los condimentos y últimos toques a la gran ensalada que había preparado para los tres.

-Como mis padres nunca están en casa, tuve que aprender a cocinar para mi mismo- habló una vez que ya había dejado todo listo y giró levemente su cuerpo, para encontrarse frente a la chica y sus rebosantes ojos de curiosidad a sus palabras. -Ellos si son parte del mundo de las pandillas- habló en un susurro avergonzado ante su mirada.

-Oh, ya veo...- Aoki no se atrevía a preguntar más, así que simplemente asintió suavemente con su cabeza mientras tomaba un poco más de distancia a sus cercanos cuerpos. Sin embargo, para sorpresa de ella, Aren dio un paso más a su corta distancia.

-¿Por qué mantienes tanto la distancia conmigo?

Fuyuka quedó helada a su palabras, sintiendo como su cuerpo se mantenía inconscientemente alerta a los movimientos del peli morado y miraba por el rabillo del ojo hacia la entrada de la cocina, esperando que su hermano no llegara justo en ese momento.

-¿A qué te refieres?- preguntó firme en su puesto, sin mover ni un centímetro de su cuerpo a la cercanía del contrario.

-Pense que eramos amigos.

-¿Cómo?

-Hoy hasta fuí a buscar a Kairi, ¿porque mantienes tanto la distancia sobre los temas?

Aoki tragó nerviosamente.

-Simplemente se que no debo preguntar más.

Aren elevó una ceja, confundido a sus palabras.

-No me molesta que preguntes Fuyuka, si es a eso lo que te refieres. Técnicamente somos amigos, ¿no?

Velocidad a límite [Aren Kuboyasu] © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora