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(NO son semidioses, SON MORTALES)
Percy Jackson, un chico que es constantemente humillado en casa y recibe bullying en el colegio, esta harto de todo. Ya no soporta los golpes, lo...
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—¿Qué está pasando? —pregunté sin detenerme. Llevábamos varias cuadras corriendo, y estábamos cansados— ¿Por qué corremos?
—No preguntes, solo corre — Nico exclamó agitado.
A lo lejos se escuchó un grito desgarrador, parecido a un grito de guerra, que nos dejó helados a ambos. No dejamos de correr. Poco a poco dejaba de sentirme tan perdido; empecé a reconocer las calles y las tiendas, pero una desconfianza florecía dentro de mi. ¿Cómo sabía Di Angelo la dirección de mi casa?
Llegamos al pequeño apartamento en donde vivía. Antes de que Nico pudiese entrar, me interpuse entre él y la puerta. No dejaría que alguien extraño entrara a la casa así como así. No después de vivir tantos años con Gabe el Apestoso (mi padrastro), soportar a los matones de la escuela y sentir todo el día que te están vigilando vayas donde vayas.
—Basta, Nico —Percy lo miró enojado— Apareces de quien sabe donde, matas a tres personas con una espada que salió de la nada, me haces correr varias cuadras y conoces perfectamente la dirección de mi casa. ¿No crees que necesito alguna explicación?
—Mira —suspiro, perdiendo poco a poco la paciencia— se que estás confundido, pero no hay tiempo. Te lo explicaré todo más tarde.
—Claro, gracias a esa perfecta explicación, te dejaré entrar y nos sentaremos a comer galletas mientras vemos televisión. Por supuesto, que tonto soy —reí con sarcasmo. Yo también estaba perdiendo la paciencia.
—No podemos perder más tiempo. Te resolveré tus dudas en el camino, pero lo único que puedo decirte ahora, es que te necesitamos. —Nico se rascó la cabeza, incómodo— No puedo decirte mucho, pero tu madre llegará en cualquier momento. Debemos hacer sus maletas antes de que llegue.
—¿Por qué escaparía de mi madre?
—No idiota —Nico soltó un bufido de exasperación— Nos iremos con ella. Ella ya lo sabe todo, puedes preguntarle directamente cuando nos encontremos. Pero ahora, necesito que empaques lo más importante, rápido.
Lo miré unos segundos. Parecía que en cualquier momento sacaría su espada y me la enterraría por pura exasperación. ¿Cómo se sentirá ser atravesado por una espada como aquella? No se ve de algún filo normal y corriente. Nueva idea añadida a mi lista de deseos suicidas. No pregunten por qué tengo una lista así.
Deje de divagar. Note en su mirada nerviosismo y enojo, pero no parecía estar mintiendo. Si bien todo estaba pasando demasiado rápido, Nico se había encargado de protegerme de aquellos matones, y aunque era un poco tétrico, podía notar que de verdad le importaba que creyera en él, y que hiciera lo que me decía. Elegí confiar en él. Parecía que de verdad se encontraba afligido, aunque lo escondiera bien detrás de esa mirada de muerte.
