***
Querido diario:
Acabo de...
Ni siquiera me atrevo a escribirlo.
Me siento tan extraña y creo que culpable también.
Es que no, yo no soy así.
¿Qué demonios fue lo que me sucedió?
No lo entiendo.
Yo estoy enamorada de Leandro y aunque él me jugó sucio, es imposible sacarlo de mi corazón tan pronto.
Y no es que esté diciendo que me enamoré de Gregory, Dios no. Pero no voy a mentir, se sintió bien estar así con él, aunque claro, por apenas unos segundos.
Así que no.
Debo dejar de pensar estupideces.
Gregory es mi amigo. Se ha portado como un fiel consejero, ha sido un apoyo constante y sin duda es un excelente besador...
¡No!
Nada de eso, omite esa parte.
Pero, ¿Qué me ocurre?
Oh por Dios, no sé qué hacer.
Me siento fatal, ¿Acaso acabo de engañar a Leandro?
Quizás todo esto fue alguna clase de venganza involuntaria de mi parte por lo que pasó hoy.
Es que...
¿Seguimos juntos siquiera?
¡Pero que ridículo!
Es obvio que Leandro cortó conmigo hace mucho tiempo y yo ni quiera estaba enterada.
Así que en estricto rigor, no hice nada malo ¿No?
¿No?
¡Entonces que alguien me explique porqué me siento tan culpable!
Es que...
¿Cómo me deshago de esta sensación tan desagradable?
Dios, necesito relajarme. Necesito descansar de todos y de todo. Necesito despertar de esta maldita pesadilla.
Creo que voy a vomitar.
***
Me levanto en cuanto oigo el timbre sonar. Frunzo el ceño notoriamente al no ver a mi amiga en la cama de al lado.
¿Aún no llega?
Veo la hora en mi teléfono: 23:15. ¡Diablos! Es tardísimo, ni siquiera me di cuenta del momento en que me dormí.
Vuelven a tocar el sonoro timbre y camino hacia la puerta para abrirla mientras me refriego un ojo con mi puño libre.
Pestañeo varias veces cuando no encuentro a Yeni del otro lado de la puerta como lo esperaba, sino a la persona que menos necesitaba ver en ese momento.
ESTÁS LEYENDO
Ale! No eres invisible. ✔️
Novela JuvenilQuerido diario: El chico que me gusta me sonrió. Bueno, a mi no... Al darme la vuelta, noté que solo saludaba a su mejor amigo, quien estaba a mis espaldas y no lo había notado. Inmediatamente me sonrojé, era obvio que no me sonreía a mi, pero se si...