10 años después
—Cassandra Isabel por favor deja de correr alrededor de la piscina —La madre de la niña la reprime sin ser muy tosca. Siby nunca pensó que su hija sería tan traviesa; dicen que las niñas son mucho más tranquilas que los niños, pero para ella esa frase es bastante cuestionable.
Y es que, su hija de cinco años es como un pequeño terremoto que no puede dejar solo ni un solo momento sin que ocurra un desastre en la casa. La abuela de Cassandra, su madre, le dice que ella era igual de tremenda cuando era pequeña y que ahora paga las consecuencias de lo que le hacía pasar.
Siby admite, que más de una vez ha pensado en inscribirla en una guardería para que la cuiden todo el día. O bien, contratarle una niñera, pero; un instante después de ese pensamiento, un enorme desasosiego le recorre el cuerpo entero.
No quiere dejar a su hija con extraños, está muy pequeña aun y aunque ya no necesita darle el biberón, aún sigue siendo su bebe. Su esposo dice que la malcría mucho y que esa es la razón por la que ella es tan intranquila y los tiene a los dos comiendo de la palma de su mano.
Pero ¿Cómo no puede hacerlo? Después de todo lo que pasaron para poder tenerla; ambos quieren bajarte las estrellas y los planetas a su hija. Esa pequeña niña que aun con sus travesuras ilumina sus vidas día a día de una manera diferente. Es imposible olvidar los riesgos que corrió para poder tenerla; primero su útero presenta na pequeña cavidad que no le permitía llevar un embarazo de más de los tres meses. tuvo muchas pérdidas antes de someterse a un tratamiento y poder concebir a su pequeño ángel.
Porque eso era para ellos, un ángel.
Siby suspira resignada dejándose caer sobre la silla reclinable desde donde puede vigilar muy bien a su hija, aunque no le guste. La pequeña Cassandra es muy imperativa y con un pequeño resbalón puede caer al agua. Pero ella está muy agotada y confía en que por un segundo a su hija no va a pasarle nada.
Los últimos cinco días no ha dormido bien, por no decir que no ha dormido nada. Cassandra ha estado enferma con un virus que le hace subir la temperatura muy elevada y está claro que no podía dejarla sola, por eso, ha tenido que desvelarse varias noches, pero todo por el bienestar de su pequeña.
Sin embargo, está pasándole factura y necesita descansar por un momento.
Cassandra no parece afectada después de pasar varios días enferma. La niña tiene la misma energía que ha tenido anteriormente; salta de un mueble a otro, corre por toda la casa y en el jardín jugando con el perro. De noche, se duerme tarde solo para poder ver las estrellas y en ocasiones la luna. Todo el tiempo está hablando como las caricaturas que ve a diario y se levanta muy temprano para tomar su nutritivo desayuno y ver sus caricaturas favoritas.
Cassandra es una niña feliz con muchos compañeros en la escuela. Es la primera en entregar las tareas y sobresale en algunas actividades como las artes y la música. Tres veces a la semana va a clases de ballet, los domingos asisten a la iglesia y luego a la casa de los abuelos.
Su esposo es abogado, trabaja en el bufete de su padre y ella es editora en una revista de moda, además tiene una pequeña sección donde escribe algunos artículos relacionados con el mundo de las pasarelas por lo que; su horario es muy flexible y puede pasar mucho más tiempo con su pequeño ángel.
Aunque a veces no lo parezca.
La hermosa casa en la que viven la adquirieron unos meses antes de que la pequeña naciera. Antes vivían en un apartamento en el centro de la ciudad, pero, quisieron un lugar más tranquilo para criar a su hija.
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El Diario De Cassie ✓
ParanormalLibro I Estaba convencida de que mi vida sería completamente normal, cuándo dejó de serlo. ¿Qué harías? ¿Estarías la mayor parte de tu tiempo encerrada? ¿Serías capaz de vencerlo? ¿Qué pasa si sientes que te miran todo el tiempo? ¿Te dejarías vence...