25.

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21 de agosto.

Y estaba ahí, a punto de entrar a mi casa luego de pasar toda la tarde en el consultorio del psicólogo.

Al instante de pisar el piso de la sala, supe que algo no andaba bien.

La aterradora sensación regreso.

El demonio regreso.

Ya no me parecía apropiado llamarlo fantasma.

La casa está completamente silenciosa, camino lentamente hasta llegar a la cocina, nada, no hay nadie.

Siento el aire más pesado y una fría corriente pasar por mi lado.

Miro a la derecha, no hay nada.

Salgo de ahí para dirigirme a la segunda planta; cuando voy a la mitad de las escaleras escucho risas y pisadas.

Miro al frente e inmediatamente me aterrorizo.

Al borde de la escalera hay una niña, esta de perfil por lo que no puedo ver su cara. En sus manos sostiene lo que parecer ser una fotografía, lleva un vestido cubierto de sangre.

En entonces cuando reconozco a la niña del dibujo.

Esa niña, soy yo...

Cassie.    

El Diario De Cassie ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora