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14 de septiembre.

Dos semanas.

Han pasado dos semanas sin ningún tipo de alucinación, sin ningún tipo de fantasía. No he hablado con casi nadie, apenas he salido de mi habitación solo para comer e ir al instituto.

En unos días vendrán unos amigos de mis padres a pasar el fin de semana, algo que me irrita.

No tengo intención de ser sociable cuando apenas puedo convivir conmigo misma, no puedo pretender que me emociona el hecho de que vendrán unos desconocidos para mí a invadir mi espacio personal.

Menos aún puedo pretender que me emociona estar cerca de personas que creen que estoy loca.

Por qué no lo estoy.

Sin embargo, necesito mantener mi mente ocupada, ayudando a mi mamá con la limpieza.

Estaba arriba de una silla intentando alcanzar la parte más alta de un librero, hacía mucho calor y el cabello se me pegaba a la nuca. Cuando intente bajarme, resbale y caí al suelo de espaldas. El golpe no fue muy fuerte, lo traumático fue, que el librero venia directamente en mi dirección, cerré los ojos esperando el impacto que nunca llego.

Cuando los abrí, el librero estaba en su sitio y yo con un nudo en la garanta.

En ese momento lo supe.

Algo está aquí conmigo...

Cassie.  

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