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13 de julio de 2017.

Hora: 11:30 pm

Querido amigo, antes de despertar supe que estaba en mi habitación, una corazonada quizás, o tal vez sea el hecho de paso tanto tiempo aquí que ya puedo identificar la energía del ambiente. Todo estaba exactamente como lo dejé. Con dificultad logré levantarme.

Me sentía extraña.

No recordaba haber vuelto del centro comercial, así como no recuerdo los días siguientes.

No recuerdo haber estado despierta ayer.

Cálmate, respira.

Traté de organizar mi mente, pero simplemente se generó una espera de imágenes sin sentido.

Fui a la cocina, mi mamá al parecer estaba cocinando, sea lo que sea, olía delicioso. Mi papá estaba sentado sobre el sofá con la portátil sobre sus piernas y mi pequeño hermano estaba dormido en la alfombra sobre un montón de almohadas.

Era de día, pasadas las cuatro de la tarde.

—Mamá —dije, ella se dio la vuelta y me dedicó una ligera sonrisa—. Sé que suena rara la pregunta, pero, ¿Qué día es hoy?

Me miró confusa, sin embargo, respondió.

—Viernes, un día muy especial.

Viernes...

Puede que no recuerde volver, pero recuerdo que fuimos de comprar un sábado por la tarde.

Una semana.

Había pasado una semana.

Una maldita semana en la que no supe de mi vida, ni lo que hice, ni donde estuve, absolutamente nada.

Tuve que morderme la lengua para no hacer una pregunta que me hiciera parecer más psicótica aún. Para eso, y para evitar gritar con toda la frustración que cargaba encima.

—¿Por qué es especial? —es todo lo que logré preguntar con la voz temblorosa, evité mirarla a toda costa a los ojos. Porque sé que es la única que puede descifrar con solo mirada a mis ojos grises cuando algo no parece encajar en mi mente. Como el noventa por ciento de las cosas que me suceden a diario.

Por alguna extraña razón, ese día no me sentía observada.

—Hoy... —comenzó a decir, pero el sonido del timbre la hizo callar, caminó hasta la entrada con una sonrisa en el rostro.

La puerta se abrió, dejando ver a un chico de cabello negro.

Su cabello había cambiado, su anatomía había cambiado, pero sigue siendo igual a mi papá.

Trent, mi hermano mayor, está aquí.

Cassie.

Cassie

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