I Bilogía "Duelo"
Una chica que aparenta tener un pasado y emociones en perfecto control.
Un chico que disfraza con sonrisa sus verdaderos sentimientos.
Ella, quién cree no necesitar a nadie, solo a sí misma.
Él, quién lucha día a día con demonios o...
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Azier *semana desaparecido*
"En serio espero no equivocarme"
Me encuentro sentado en un sofá a lado de su camilla con la mirada apartada de ella. Ella no puede juzgarme con la mirada y yo no puedo descifrar si está triste o aliviada por mi decisión.
Todo el tiempo transcurrido no me atrevía a pensar en su última imagen; una chica en estado inconsciente. Lo lamento, pero prefería creer que descansaba en paz, no atada en cuerpo a esta cama.
No es aquella niña que al conocerme quiso que leyera un libro de Stephen King con el fin de brindarle un resumen y opinión. Ni quién se excusaba con que sus padres no le permitían leer esos libros, mas era ella quién no se atrevía a leerlos. Al principio le causaba respeto, lástima que nunca pude escucharla darme la razón.
A pesar de todo, la esperanza de que sigas aquí nos alivia tímidamente. Les alivia a nuestros padres, a Anne y a mí. Será difícil decir adiós definitivamente.
— Creo que una vez me dijiste— murmuro para los dos, pese a que solo se sienta para mí mismo por la pesadez del silencio— Dijiste que si alguna vez caes al mar y no sabes nadar. Intenta salir, pero si no ocurre nada, no esperes que alguien llegué a rescatarte, porque morirás con la desilusión y pregunta qué hubiera pasado si. Mejor ahógate rememorando una situación feliz y emocionante.
➳No sabes cuánto lamento que no hayas tenido la oportunidad de morir con tu recuerdo feliz.
Definitivamente mi familia y yo pagaremos caro no haber antepuesto tus deseos en vida, en vez que nuestra falsa esperanza de pronta recuperación.
Huyo del silencio, y con un millón de pensamientos arremolinados; decido expresarlo.
— Estos últimos meses la conocí. Se llama Dayla Spencer, y... ¿puedo admitirlo contigo? Me gusta—más jodido silencio como respuesta— Odiaba darle a alguien el poder de desequilibrarme más de lo que llevo día a día. Odiaba tener la incertidumbre de que llegara el momento donde todo se jodiera y no hubiera vuelta atrás. Para ser sincero lo sigo odiando, pero — balbuceo— Dayla es diferente, me anima a parlotear sin cesar, se interesa por mí, es inesperada. Ella es exacta para la sociedad y para mí...
¿Lo es? Claro que sí.
— Mi lo siento, será una visita con ella. Dame unos días ¿Sabes? — adjudico ese tono de voz amable, servil, sincero que siempre usaba para con ella, con mi hermana— Te dedicaré las palabras correspondientes en tu funeral a solas. Espero en alma puedas escucharme, ya que actualmente te encuentras sin consciencia exacta. Lo que sí te diré es gracias por todo. Gracias hermanita por darme la paz que necesitaba.
Ella sabe a lo que me refiero. Encontré y perdí a alguien a la misma vez.
