CAPITULO 13

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Elizabeth

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Elizabeth

He escuchado toda la conversación que hubo entre Pablo y Dayla, a un dúo que él ya me había advertido. Y sigo llegando a la conclusión que me jode tanto que Dayla quiera controlar mi vida nuevamente.

Ambas nos conocimos en Maren hace ya unos dos años más o menos. Dos largos años, que soporte a su lado por una fuerza mayor. Aunque ella no lo sepa, me daña de tantas maneras su actitud de sobreprotección y cuidado. Detesto su actitud misteriosa, su frase "nada me importa", menos su aparente serenidad.

Llevo días cuestionándome ¿Por qué no regreso a Maren? Maren es el lugar donde he vivido gran parte de mi vida, donde están mis padres y unos amigos. Lo único que desgraciadamente me detiene es ella; Dayla y su imponente actitud de guerrera y sabionda. Esto es tan frustrante, ¿Quedarse o alejarse?

Si supiera el sentimiento que tengo de querer alejarme de ella, Dayla no lo soportaría.

Ruego porque mi mente solucione todo este embrollo y a su vez me permita enfrentarme a lo que tanto carcome mi alma. Asimismo, salgo de mis pensamientos más profundos y me concentro en la nueva escena que se proyecta al frente.

Dayla y Tae.

Tae es un compañero del cual no sé mucho. Algunos dicen que tiene amigos con pinta de motociclistas y malotes. Al parecer, se junta con personas engreídas, quienes buscan llamar la atención y romper las reglas. A partir de allí, mi concepto de Tae no comenzo de la mejor manera.

Me acerco a escuchar porque no soporto la curiosidad que me embarga.

- ¿Qué quieres Tae? - él toma de sus hombros bruscamente.

- Que nos dejes en paz.

- ¿De qué coño hablas? - habla decidida, aunque seguro un ligero temblor recorre sus sentidos.

¿Quién no tendría miedo con un chico con mirada locuaz y desenfrenada?

- Vives en tu propio mundo tal como dijo Pablo- Tae se aleja para caminar en círculos desesperado.

Con su mención, recuerdo que debo preguntarle a Pablo detalladamente acerca de la conversación con Dayla.

- No estoy entendiendo una mierda- empiezas a notarse ansiosa- ¡Habla!

- Devuélveme a mi hermana. ¡Ya!- grita-. ¡Dios mío! Juro que hasta ayer parecías una completa desconocida, pero ahora solo quiero que lo soluciones- se le quiebra la voz y de inmediato carraspea.

- ¿Qué hice?- suelta en tono aburrido, que esconde absoluta preocupación.

- Mi hermana no tenía la culpa de parecerse a ti- nuevamente la zarandea por los hombros para que reaccione- Quiero que mi hermana salga de esa cirugía. Quiero que abra los ojos y me diga que me quiere.

Dayla no pronuncia palabra alguna, sin embargo se nota que sus dos pies bien plantados tambalean

- Pero ¡Ya!- vuelve a llamarle la atención.

Cerebro vs Corazón © (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora