I Bilogía "Duelo"
Una chica que aparenta tener un pasado y emociones en perfecto control.
Un chico que disfraza con sonrisa sus verdaderos sentimientos.
Ella, quién cree no necesitar a nadie, solo a sí misma.
Él, quién lucha día a día con demonios o...
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Azier
Belleza: Nos vemos en media hora en la plaza
Leo su mensaje y tuerzo mis labios hacia arriba con una resplandeciente sonrisa que refleja cada emoción que propone mi organismo al pensar en sus palabras puestas en mí, puestas en un entorno que nos conviene a ambos.
Yo: Perfecto.
Me visto rápidamente con una melodía rondando en mi cabeza. Grabó un audio para no perder el sonido.
Esto pulsa en mi oído musical, e innegablemente tendría que apuntarlo por el repiquetear de mis dedos con la mesa sumado al agudo de una guitarra eléctrica que da inicio a una potente música del rock que tanto disfruto.
Llamada entrante.
Un aviso verde desenfoca mi sueño donde agregué una letra potente a este ruido que ya se creó por este ambiente de recuerdos.
— Recién salgo de casa, dame unos minutos.
No le doy más tiempo para que revele su fastidio, ya que he aprendido la angustia que formula en su interior por no ser quién ordena.
— De hecho, toma el bus más cercano ahora— aprovecha la oportunidad de mandar y otra vez mi sonrisa arrogante desenfrena.
— ¿Qué?— Expreso mi sorpresa a esta nueva indicación
— Si, ahora antes que se vaya.
Me apresuro con el teléfono en mano y encamino mis pasos al bus que se aproxima. No entiendo la razón por la cual sigo, mas me emociona que los minutos quedan cortos para verla
— Menos mal tengo una parada en la esquina donde vivo.
Troto hacia al bus con una respiración irregular que preocupa a mi guía turística.
— Eh... ¿Ya estás dentro?
— Si ¿Dónde estás? Muero por vernos.
Un suspiro brota de su garganta, a la par que yo la imito y como unos tontos fingimos que no escuchamos nuestro gusto.
— Es verdad, no olvides detenerte en la séptima parada.
— Pero ¿Cómo sé cuál es la séptima?
El viento corta la interferencia al no permitirme escuchar su respuesta, tanto que la llamada se corta con un pitido. Con ansiedad latente, unos pies moviéndose con el mismo sentimiento y un llamado al conductor que me dejé en el lugar indicado, logró revisar su mensaje de calma.
Belleza: Se me cayó el celular, el viento te espera.
¿O tú me esperas? ¡Qué complicado es encontrarse con ella!
Me distraigo con la canción: Born to Be Wild por SteppenWolf. Con mis manos hago como si estuviera tocando la guitarra en cada sonido grave cierro los ojos y en sonidos agudos meneó la cabeza. Magia y entretenimiento en una sola canción, la repito hasta percatarme que llegué a la séptima parada. Agacho la cabeza como forma de agradecimiento y deslizó las monedas en su mano,
