Capítulo 5

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Me estaciono delante de mi nueva casa, es bonita, nunca me a gustado tener casas grandes sin que nadie viva ahí pero esta vez, por primera vez, voy a pensar en mi, aré lo que se me plazca.

Bajo del coche y lo primero que veo es el portón negro dándome la bienvenida, lo abro y entro, en medio hay una fuente muy hermosa, le saco la vuelta y me paro enfrente de la puerta negra, la cerradura es de huella, así que solo pongo mi dedo gordo y esta abre automáticamente.

Empujo la puerta y lo primero que veo son dos escaleras una por cada lado haciendo un círculo ((  )) me paso derecho y esta la sala con sillones de cuero, una mesita en medio y una televisión de 60 pulgadas, enfrente hay unas puertas corredizas que dan directo al patio en donde hay una alberca y una palapa, regreso y me meto por el pasillo derecho, este da a la cocina, es grande y tiene una barra, con un comedor que al verlo ya lo amo, hay una puerta y es de la alacena, sigo caminando por el pasillo y hay 2 puertas, me informaron que uno es donde dormirán los nuevos guardias y el otro es donde las chicas guardias también dormirán. Salgo de la cocina y me quedo enfrente de la sala, esta vez me voy al pasillo izquierdo, en la primer puerta está todo lo de vigilancia, armas, cámaras etc.

Salgo y me voy a la segunda que es el baño de visitas, abro la tercera es mi nuevo despacho. Cierro la puerta y sigo caminando me topo con una mini bar y enfrente está una mesa de Billar y enfrente de la mesa hay unos sillones de cine con una tele aún más grande.

Me regreso y subo las escaleras, entendí que en total son ocho habitaciones completas, me voy directamente a la mía, entro y veo una cama King size, a sus dos lados tiene un buró, en la derecha tiene un balcón con dos sillones, y a la izquierda hay dos puertas una es del closet y otra del baño.

<<Llamada entrante de Jen>>

-Hey--saludo.

-Prepárate porque aré una fiesta en tu nueva casa para inagurarla

-Como sea.

Cuelgo y me meto a la cama a dormir.

No se que hora es, pero ya casi anochese, necesito mandar a comprar barriles de cerveza. Bajo las escaleras corriendo y ya están todos lo guardias ahí, saludo de uno a uno, el que mas me llama la atención es Enzo, alto, cabello negro, ojos verdes, cuerpo robusto, piel morena.

-Necesito que vayan a comprar barriles de cerveza--Ordeno.

-¿Solo eso?--Pregunta Enzo.

-¿Compra unas hamburguesas para todos no?--Este dirige la mirada hacia los demas.

-No podemos comer en el trabajo.

-Ahora están conmigo. Hacen lo que yo diga.

Sin decir nada más, subo al cuarto a bañarme, elijo una falda negra pegada al cuerpo y un top negro que hace conjunto.

Llamo al numero de Elijah

-Королева.

-Va a ver una fiesta en mi casa, trae a los Escorpiones.

-Como digas.

Finalizo la llamada. Al cabo de unas horas la casa está a reventar, muchos beben y fuman y otros bailan, incluida yo.

-Elissa--Me hablan.

Doy la vuelta y veo a Oliver, Oliver es de cabello Castaño, ojos verdes, barba, mandíbula marcada y tiene el cuerpo muy muy trabajado, no viene solo, a su lado viene Abner, viene vestido con vaqueros negros, camiseta blanca y una chaqueta de cuero negra.

-Ya le cayó mierda a el pastel--Exclamo.

No le presto atención solo bailo, necesito quitarme esta necesidad de que algo me falta. Las horas pasan y con ello las ganas de follar van aumentando aún más. Ubico a Abner y este me mira intensamente, doy la vuelta y me meto a la casa, puedo ver por encima de mi hombro, que este me sigue. Subo las escaleras y un brazo me rodea la cintura, suelto una pequeña risita, se ve muy muy guapo no lo voy a negar, acerco mis labios a los suyos y ataco como si fuera una perra hambrienta.

Pasamos todo el pasillo besándonos hasta llegar a mi habitación, la ropa empieza a estorbar. Le quito la chaqueta y la aviento al piso, lo mismo pasa con la camiseta dejando ver los abdominales bien trabajados, este me gira y quedo de espaldas, busca el cierre de mi falda y lo baja.

La falda cae y el top vuela al otro lado de su habitación.

«Gracias a Dios hoy si te pusiste lencería»

Asalta mi boca y me levanta del suelo, camina hasta dejarme en la cama, se coloca entre mis piernas y empieza a besarme el cuello.

Mierda se siente tan bien.

Con sus manos arranca la lencería de mis pechos y se prende de ellos chupando y mordisqueando, de mi boca salen jadeos mientras que el sigue bajando, toma las bragas y las rompe, abre mis piernas y por un momento la vergüenza me recorre.

-Conmigo no--dice--conmigo no tienes que taparte ni avergonzarte.

Sin nada más que decir su lengua hace contacto con mi sexo, los movimientos son rápidos, siento como mi cuerpo responde ante el, podría decir que hasta me tiene como quiere, me a bajado el cielo sin tenerme que llevar a el.

-Aún no preciosa--su voz se escucha más ronca.

Vuelve a mi boca y mis manos buscan el botón de su pantalón, con éxito logro desabrocharlo y con mis pies empujo el pantalón junto con el bóxer, estos caen al piso, veo su polla y por un momento el miedo me recorre, siento que me va a partir.

Toma el miembro erecto y lo coloca en mi entrada...

-Espera, espera--le digo.

-¿Que pasa?--Pregunta.

-Yo.. y... Yo soy virgen--Respondo.

En su mirada solo veo el deseo, las ganas de follar que tiene.

-¿Quieres hacerlo?--Pregunta.

-Mhm--Asiendo

-Ponte un preservativo--le digo.

-Preciosa estoy limpio, no lo ago con nadie sin condon, deberías de sentirte afortunada.

Vuelve a colocarlo y esta vez se introduce lento, un pequeño dolor abarca cada que entra más, los segundos se hacen eternos y el dolor aumenta un poco más, nos quedamos así un momento hasta que me acostumbre al tamaño y este empieza a moverse, pasa un brazo por mi cintura y el otro lo mantiene apoyado en mi cabeza, el dolor se sustituye por placer y me vuelvo exclava a sentirlo entrar y salir, sus embestidas son fuertes, rápidas y profundas, suelta gruñidos y me pone aún más.

Busco más y este me lo da, moviéndose más rápido y entrando y saliendo con más fuerza, siento como una bola de placer se estanca en la parte baja de mi estómago, mi espalda se arquea dejando salir el orgasmo. No tarda ni dos segundos en que sus músculos se entumecen y un líquido caliente queda dentro de mi.

Su respiración es agitada, sus músculos se relajaron y de alguna o otra forma me siento maravillosamente bien. Su cara queda en el hueco de mi pecho y se queda así por unos momentos, mis ojos pesan y el sueño me abarca, cayendo en un profundo y gran sueño.


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