Elissa.

Capítulo 9

Abner

Una puta semana a pasado, no a dado señales de vida, no contesta las llamadas y mis hombres no la encuentran.

La posibilidad de que éste treinta metros bajo tierra cada vez es más alta.

-Señor la buscamos en toda la ciudad, no hay rastro, allanamos su casa y no hay nada que nos diga a donde pudo ir.

-¡Pues yo no se como mierda le van a hacer pero la quiero aquí!--Grito.

Salgo de la casa dando un portazo, Oliver esta mas loco que nunca, esta matando a diestra y siniestra por encontrarla, desde la última vez que la vimos se veía realmente mal.

Me meto entre el bosque caminando hacía la dirección de la cabaña en donde tenemos un centro de operaciones subterráneo. La cabaña siempre está cerrada y por eso hicimos el centro de operaciones bajo ella.

Tardo unos minutos caminando, me brinco el tronco que avisa que voy llegando, sin embargo me paro en seco cuando veo las luces encendidas de la cabaña.

Me muevo sigiloso por los árboles pero no veo nada, esta vacía y la puerta de entrada está abierta. Escucho como sueltan el seguro de el cañón de un arma en mi cabeza.

-Date la vuelta lentamente--Reconozco esa voz, la reconocería a donde fuera.

Me giro lentamente y puedo ver su cara, está pálida, tiene ojeras y sus labios no son tan rosas como los recuerdo.

-¡Donde mierda has estado!--le grito.

No me da tiempo de mas porque se abalanza hacia a mi besándome con salvajismo la urgencia en ella se nota y no voy a desaprovechar la oportunidad de follar. Después de que esta semana ni se me paraba la polla con cualquier puta que tenía a mi disposición, en cambio con Elissa un solo beso me la pone dura.

Paso mis brazos por su cintura apretándola más a mi, sus besos me piden más y más y no me niego a dárselos. La alzo hasta que sus piernas se enroscan en mi cintura y la llevo adentro de la cabaña.

Me siento en el sofá con ella encima y empiezo a arrancarle la ropa, sus pechos caen y no pierdo tiempo prendiéndome de ellos chupo, lamo y mordisqueo, puedo ver que sus ojos están completamente negros, no hay ni una sola pizca del café que tanto me atrae, este sin embargo está lleno de deseo y eso me mata.

Tira de mi camisa rompiéndola, jala de mi pelo y empieza a besar mi cuello dando pequeños mordiscos de mi cuello a mi mandíbula dejando marcas y estoy seguro que son chupetones, no me quejo. Subo mis manos por sus muslos hasta llegar a su sexo, acaricio por arriba de las bragas y suelta un jadeo, aparto las bragas y empiezo a hacer movimientos rápidos con mis dedos.

Empieza a desabrochar el botón de mi pantalón con urgencia y se traba.

-Despacio--le digo--tenemos hasta mañana.

Parece que eso la calma aún así tira de mi pantalón, se coloca a horcadas y mi polla queda en su entrada, la veo directamente a los ojos y dejo un corto pico en sus labios. Eleva la pelvis y de un senton entra completa, empieza a moverse y me vuelve loco, aprieto sus glúteos dejando marcas.

Sus besos son aún más necesitados, son exigentes y me permito darle lo que se merece, los orgasmos salen, nuestras respiraciones agitadas y las miradas lo dicen todo. «No estaremos dispuestos a parar en toda la noche»

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Abro los ojos y Elissa ya no está a mi lado, me levanto y la busco con la mirada, no la veo hasta que escucho la canción «All this love» suena en la pequeña bocina, tiene mi camiseta puesta que le llega hasta los muslos, me acerco sigilosamente y le rodeo la cintura con mis brazos pegándola a mi torso, beso su mejilla y me regala una sonrisa.

Me siento en el banco y segundos después aparece un plato con pan tostado y nutella encima, tiene fresas de adorno. No la pienso dos veces por impulso la tomo de la cintura y la siento en mi regazo, tomo el pan tostado y la llevo a su boca.

Ayer toda la tarde estuvimos follando hasta hoy, salimos de la cabaña y la camioneta me esta esperando, Elissa lleva unos pantalones negros y un top blanco, cada que le veo el culo me pongo mas cachondo.

-¿A donde iras?--Pregunto.

-A casa--Responde con simpleza.

-Vamos, sube a la camioneta--le ordeno.

En el transcurso del camino va tarareando una cancion que no logro entender, llego a su casa y los guardias nos reciben, voltea a verme y su mirada es distinta, no la reconozco, se acerca y toma mi nunca dándome un beso largo y profundo.

-Adiós

-Adiós preciosa.

Veo como cierra la puerta y mi vista viaja a su culo, contornea la cadera de un lado a otro dejándome la boca seca.

Mi móvil suena y....

<<Llamada entrante de Oliver>>

-Que--contesto molesto.

-No tengo noticias de Elissa--Me informa

-La acabo de ver entrando a su casa--respondo para que se deje de mariconadas.

-Adiós

Cuelgo y recuerdo que la mierda que estoy haciendo es una regla que rompí. La regla de los parientes del otro están sumamente PROHIBIDOS. «Esta vez no Oliver, por el culo de tu hermana mato, cazo, torturo y aniquilo»

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