Drabble's, One-shot [Beyblade Oc's]

Te ves terrible

Estábamos el y yo, corriendo, sin dirección, escondiendonos de Gina. Las escondidas podían llegar a ser emocionantes; si estabas con las personas correctas.

Nos escondimos en unos arbustos. Mi cabello se enredo en las hojas y ramas.

Volteó hacia mí.

— Te ves terrible —Sus dedos tomaron suavemente el mechón rebelde de mi, ahora, alborotado cabello y lo colocó detrás de mi oreja, que de seguro estaba roja— ¡Ja ja ja! ¡Tus orejas están muy rojas, Sophie!

— ¡P-Pues tu te ves peor! —Salieron a penas de mis labios, como un susurro, aunque realmente no pensara eso. En realidad sus ojos verdes se veían aun mejor entre todas esas hojas.

— ¡Por supuesto! ¡Yo soy el mejor en todo! —Una gran sonrisa apareció y sus ojos verdes solo lo hacían ver mejor. El era incorregible

— Yuu, no es un halago —Murmuré acercandome un poco más a él para que no nos encontrasen tan pronto.

— Todo es un halago si viene de ti —Mis mejillas se encendieron en segundos y Yuu río estrepitosamente.

Los días de escuela en Dark nebula no eran tan malos después de todo. Solo llevaba unos 3 meses ahí de lo que seria un año y tanto ahí.

— ¡Los encontré! —Gina proclamó su victoria asomándose por sobre los arbustos.

Cuando sus ojos vieron mi cara miro con duda a Yuu, este se encogió de hombros.

— ¿Ya encontraste a Ryuga? —El habló mientras se levantaba.

— Es muy malo escondiendose para este juego —Gina soltó una pequeña risita.

Cuando me intente parar un pequeño grito salió de mis labios, algunos de mis cabellos seguían enredados en el arbusto.

— Yuu, encargate de eso, yo iré a buscar a Ryuga.

— ¡¿Por que yo?!

— Ayuda cuidadosamente a tu linda compañera.

— Tu solo quieres meter tu lengua en la boca de Ryuga..—Masculló Yuu.

La pelirroja le dio una mirada que todos entedimos

Gina salio corriendo con paso decidido del lugar, Yuu se acercó con un ligero y casi imperceptible rubor y empezó a desenredar mi cabello.

Le pude haber dicho que podía hacerlo sola, que no era algo complicado, pero me Callé. Me empezaba a gustar estar cerca de el. Pero también me daban ganas de huir.

Supongo que tener 10 años no era tan malo como creía.
Con Yuu todo se sentía como un juego de niños.