Drabble's, One-shot [Beyblade Oc's]

Vamos por un café?

El chico de cabellos verdes suspiro pesadamente sentado en aquella banca descolorida, debido a todas las cosas que habían pasado no había caído en la cuenta de algo importante que hacía su corazón doler, había sido rechazado. Sintió la presión en su pecho aumentar y la necesidad de llorar como un niño pequeño. Hundió su cara entre sus manos para intentar ocultar el desastre que era.

— ¿Qué pasa chico de cabello verde? —Abrió los ojos y se encontró con los de color verde pantano que lo veían con preocupación. La reacción tardo unos segundos en llegar pero finalmente alejo su rostro de el de ella y se re acomodo en la banca. La chica se levantó y lo siguió mirando— Aún no contestas mi pregunta.

Se miraron unos segundos y el bajo la mirada.

— Me rechazaron.

— ¿No era ya algo de esperar?

— Gracias por la sutileza, Chica Popoka.

— Siempre es un placer —Ella hizo una pequeña reverencia y se sentó en la banca, a un lado de él— Dime chico con el corazón roto, ¿Quieres ir a tomar un café conmigo?

Kenta le miro con clara confusión, solo entonces sintió la necesidad de explicarse.

— Mi abuela decía que comer dulces con algo caliente aligera el pesar del corazón — Estiró la mano al cielo y sonrió ligeramente.

Kenta le sonrió débilmente y asintió.

— No habría nada mejor para hoy que ir a tomar un café con una chica amante de los gatos.

Hanae tomo la mano del chico y se levantó pero luego cayó en el bulto de un bolso a un costado de la banca.

— ¿Qué es ese bolso?

— Fui a la casa de mi madre hoy, a buscar ropa, saludar la familia, esas cosas

— Comprendo, vayamos a tu habitación.

Kenta la miro fijamente con una expresión extraña en el rostro, Hanae comprendió de inmediato y levanto una ceja

— Pervertido. Para dejar tu bolso.

Kenta se rio con vergüenza ante sus ideas absurdas.

— Sí, sí, vamos a la habitación.

Hanae sonreía como si estuviese haciendo una travesura, solo cuando el de cabellos verdes bajo la mirada comprendió un poco el porqué, seguían tomados de la mano, todo el tiempo lo estuvieron. La orejas del chico enrojecieron solo un poco pero no soltó la mano, la calidez de ella le reconfortaba. Llegaron a la habitación unos minutos después.

Encendió la luz de la habitación pero Sora no estaba ahí, ¿Quizás había ido a ver a su familia? Dejo el bolso sobre su cama. Se sentó al borde de la cama y Hanae se sentó sin vergüenza al lado suyo. Silencio, pero uno cómodo.

Quizás fue por el suspiro prolongado que se escapó de sus labios. O por la mirada triste que tenía. Pero los dedos de la chica preguntaron de una manera tímida si podía volver a tomar su mano, aún sorprendido por la timidez de la chica encajo su mano con la de ella.

— ¿Preparado para ir al café? —La timidez del tacto se esfumó por el tono divertido de sus palabras, Kenta no comprendió porque pensó que el que actuase tímida fuese tierno pero el pensamiento se fue rápidamente al escucharla ¿Acaso se burlaba de él?

Asintió y la chica se levantó y lo guío por el camino. Cerraron la puerta del dormitorio. Y salieron del lugar.
Caminaron en silencio hasta la cafetería.
Aún cuando llegaron frente a la puerta Hanae se negó a soltar la mano del chico, afortunadamente para ella un chico le abrió la puerta. Se sentaron en una mesa cerca de la ventana, el clima se había vuelto repentinamente frío, como si en cualquier momento fuese a llover.