¿Hijos?

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Kenta caminaba de vuelta a su departamento, pasaba por una plaza cercana a la casa de Sophie, volteó hacia la casa de manera inconsciente y la mirada de ambos se cruzó. Una dulce sonrisa se dibujo en el rostro de la mujer en forma de saludo, con una mano acariciando su vientre crecido y en la otra una niña de cabello castaño igual a su madre. Quito la mano de su vientre y le hizo una señal con la mano para que se acercase, y así hizo.

— Cuanto tiempo, Sophie —Saludo el de cabellos verdosos, mientras Sophie salía de la casa con dos niños tomados de las manos.

— Mamá, ¿Debo tomar la mano de Yui? —Se quejó de su gemela el niño de 4 años de cabellos anaranjados.

Yui tenia los ojos húmedos como si fuese a llorar en cualquier momento, pero su expresión cambio rápidamente a una de enojo, soltó bruscamente la mano de su hermano y agarro con fuerza la de su madre. A pesar de un quejido por lo brusco del movimiento la mujer habló, o más bien regaño a su hijo.

— ¡Kenshi! No puedes ser así de grosero.

— Pero si Yui es una llorona.

Ninguno de los dos parecía dispuesto a ceder, en cambio agarraron con más fuerza la mano de Sophie. Kenta rio nerviosamente, entonces la niña de ojos esmeraldas le vio y su cara se tornó en un rojo vivo, tironeo un poco el vestido que tenia su madre para que se agachase lo suficiente para que escuchará lo que iba a decirle, Sophie río suavemente lo que contrastó con un Kenshi algo molesto. "Puedes pedírselo, cariño, no creo que se niegue" susurró la mayor y la menor se acerco a Kenta y jalo ligeramente la tela del pantalón del chico para que se agachase.

"Tío, ¿Puede tomarme en brazos?, por favor" se sonrojó al decir estas palabras, Kenta sonrió y asintió, tomó en brazos a la niña quien parecía maravillada con la altura que le otorgaba estar en brazos del hombre. Entonces Kenshi pateó la pierna de Kenta, no fue un golpe fuerte así que no logró la gran cosa.

— Baja a mi hermana —Exigió el niño de ojos cafés aún pateando la pierna de Kenta— Le prometí a papá cuidar a Mamá y a Yui. Bájala.

Sophie le pedía a su hijo que parase, con una voz más suave que firme. Kenta sonrió ligeramente, se le ocurrió que responder.

— ¿Tu papá te dijo que las cuidarás? —El niño asintió— Pues, no lo hiciste al molestar a tu hermana. Fuiste muy malo con ella —El niño entro en un dilema.

Kenshi, ya rendido ante aquello, le dijo a su madre que apurase el paso para llegar a los juegos del parquecito frente a la casa. Kenta les acompaño. Kenshi y Yui jugaron en unos columpios mientras los mayores hablaban.

— ¿Cuánto tiempo queda para que el niño nazca? —Preguntó Kenta sentándose junto a Sophie en una banca, con la vista fija en los niños. Kenshi era amistoso con el, excepto cuando Yuu se iba y Kenta parecía apoderarse de su madre y hermana. Yui por su parte parecía algo más tímida de lo usual.

— Falta muy poco, unas semanas y Teo ya estará con nosotros — Respondió con una aparente felicidad pero Kenta lo noto, ella estaba preocupada.

— ¿Tienes miedo de que Yuu no este aquí para ese entonces? —Se animó a preguntar, un extraño sentimiento le inundo.

— Un poco, pero estoy más preocupada por si los niños realmente recibirán bien a este niño.

— Todo saldrá estupendo, y Kenshi protegerá a este niño tanto como a ti y a Yui —Lo dijo en un tono alegre tan contagioso que Sophie se sintió algo más tranquila— ¿Has tenido algunas complicaciones o..?

— Nada como con los gemelos, por suerte —Contestó viendo a sus hijos conversar sobre los bichos que observaban en un árbol.

Hubo un cómodo silencio por algunos minutos, ambos miraban a los niños jugar. Hasta que una voz les interrumpió.

Drabble's, One-shot [Beyblade Oc's]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora