Acepto - Riren

Cap. 10 Lo que dejamos atrás

LEVI:

Hace algunos años, lo que recuerdo de mi primera vez es que estaba ebrio, que amanecí en la casa de una "amigo" y que fue con su hermana, ahí también me dieron mi primera golpiza, dada por ese "amigo" tenía 13 años en ese entonces, antes ya había descubierto placeres prohibidos, pero el sexo fue el único vicio por el cual no tuve que pagar, soy bien parecido, de familia prestigiosa, varias personas creían que con llevarlas a la cama obtendrían ese beneficio, ja, hasta la fecha no sé qué cara pusieron al despertar y no verme ahí.

La mayoría del tiempo pasaba las noches con personas que al igual que yo, no buscaban nada serio, no repetía la misma cama y nadie pasaba la noche en la mía, no me logre encariñar con nadie, porque sabía que buscaban su propio placer al igual que yo, mis padres comenzaron a darse cuenta de la práctica que volví rutina, lo que no sabían es que siempre cuide el aspecto de no enredarme con un bastardo, o que alguien me saliera con la sorpresa de uno, todo estaba bien. Hasta que apareció esa zorra, Petra, en ese entonces, cuando trabajaba en el banco, pasaba por un café todas las mañanas, me sentaba ahí con la libreta para revisar mi trabajo, hasta que me llego un pedazo de pastel que no había ordenado, dirigí mi mirada a la camarera, lo reconocí en su momento, era bonita, cabello corto color rojizo, ojos color ámbar, rostro inocente, con un vestido de camarera tono amarillo.

-yo no ordene esto

Dijo Levi

-Oh jeje, lo sé, lo invita la casa, espero lo disfrute

-Odio el pastel, lléveselo

No dijo nada, se llevó el pastel con una mirada triste, un par de veces ocurrió lo mismo, pero con un postre diferente, ante el fastidio de que no me dejaran en paz, no regrese a ese café, Londres es una ciudad fría, estaba esperando a que la lluvia pasara, recargado en una columna de un edificio, cuando escuche una voz familiar.

-Hola

Al voltear note que era la chica del café con una sombrilla en la mano, no conteste el saludo, solo la mire con desprecio, cosa que no pareció importarle, insistió un par de veces, hablo sobre el clima, me pregunto por qué no había regresado al café, ahí comencé a molestarme.

-Es algo que no te importa, pero si quieres saber me fui de ahí porque eres un tremendo fastidio

La mire, no pareció molestarse por mis palabras, al contrario, solo sonrió

-Ejeje, lo lamento, pero es que, bueno, me llamaste la atención y solo intentaba ser amable

Esperaba que se largara después de eso, al contrario de mi pensar, insistió en hacerme platica, al final me hizo notar que la lluvia no pararía en un tiempo, que podíamos compartir paraguas, debo admitir que mis estándares para acostarme con cualquiera no eran exigentes, vi una oportunidad fácil, así que le seguí el juego. Camine con ella bajo la lluvia compartiendo ese paraguas, regrese a ese café para seguir recibiendo sus fastidiosas rebanadas de pastel.

Camino hacia la rutina, de repente me encontré con alguien familiar.

-Levi -ese era Reiner, que estaba con un uniforme color negro y gabardina gris- Hola ¿A dónde vas?

-Hola Reiner, a revisar mis notas en el café que acostumbro ¿tienes tiempo libre? Te invito

-Justo salía de una audiencia, me mandaran de servicio militar a Estados Unidos, ir a Washington suena interesante.