Cap.2 Planes

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LEVI.

Recuerdos, recuerdos, ¿Qué fue lo que hice para meterme en este lio del matrimonio arreglado? Ya lo sabrán en su momento, el porqué de mi actitud, creo que cuando tuve la edad suficiente para revelarme la aproveche, de niño es difícil decirles a las personas un "no" como respuesta, en la tierna edad, haces lo que se te dice sin cuestionar a nadie, aunque no sea lo que realmente tu deseas, todo fue así hasta que cumplí los 14 años, me levante en contra de las ordenes, fue una época divertida para mí, hasta que cruce el límite a los 15 años.

En una reunión, mi madre me llevo de la oreja por las escaleras, era la primera vez que ella me reprendió de esa manera, por lo cual proteste.

- ¡Suéltame, me lastimas!

-Ya cállate, es increíble que aun sabiendo que es tu última oportunidad de redimirte, te atrevas a escaparte

-No lo logre, mi padre soltó a los perros y los desgraciados casi me arrancan la pierna

-Ja, pues mira que ni de esa manera te quedarías quieto -Kuchel dejo la oreja de su hijo para mirarlo a los ojos- ¿Qué no lo entiendes? Si no accedes a esto, tu padre va a dejarte en la calle

-No se atrevería

Y en eso escuche la voz sombría de aquel hombre, que salió de entre los pasillos, con ese porte militar, erguido y poco amable, como no temerle, era el coronel Kenny Ackerman, un antiguo perro de guerra, el cual era descrito como un hombre sin alma ni piedad.

- ¿Eso crees? En este momento soy capaz de eso y mucho más de lo que te imaginas Levi, ya colmaste mi paciencia

-Esa ramera se lo busco

Cerré los ojos al ver que mi padre alzo la mano para darme una bofetada, pero al no sentir nada en el rostro, los abrí para cruzarme con los suyos.

-Esta charla está pendiente, no quiero que des que decir ante los Jaeger con el rostro lastimado

-Me estas casando con un feto

-Tu ignorancia es la corona de tu estupidez, te casare con uno de los mejores prospectos de Inglaterra, cosa que no te mereces, ya que estas acostumbrado a cualquier ramera que se te cruce enfrente, eres considerado la escoria de nuestra gran nación

- ¿Qué mis negocios no te satisfacen?

-Levi -comento Kuchel- guarda silencio ante tu padre

-No espero que me respete, mujer, desde niño ha sido una molestia

-Kenny, por favor

-Solo por tu madre estoy intentando salvarte, ¿Quieres pasar el resto de tu vida en la calle? Sigue presionando mi paciencia.

Mi padre se fue, dejándome con esa misma sensación de siempre, insatisfecho, estaba a punto de entrar a esa sala, en contra de mi voluntad, en donde de inmediato note que entro mi padrino con su esposa, pero al lado de ella, un niño pequeño miraba la habitación curioso, de repente esa mirada se concentró en la charola de galletas, con una sonrisa comenzó a comer, parecía un hámster con una semilla entre sus patas, de repente su madre apachurro esas mejillas, menciono que a futuro se volvería un hombre que valdría la pena.

Acepto - RirenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora