Amor Prohibido [HOPEGA] - Omegaverse - ✔

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(Cuatro días después)

— ¿¡QUÉ MIERDA HACEN AQUÍ!? — gritó mi mamá cuando vio entrar a Jungkook y Taehyung

Estabamos en el entierro, mi mamá había sido gravemente afectada, pero más la esposa de mi tía, todos los conocidos y algunos familiares lejanos estábamos ahí, todos sumergidos en mucha tristeza.

— Tía... — dijo Jungkook acercándose pero su mamá se puso en frente

— Largense los dos... —

— Mamá... — dijo Taehyung acercándose a Jungkook

— ¡Ustedes no son mis hijos!, ¡Ustedes ya no tienen por qué estar aquí!, ¡Largense ahora mismo! —

— Tengo derecho, es mi mamá — dijo Jungkook

— No, ustedes ya no son nada, no lo son desde el momento en que se metieron ambos a la cama, ustedes la mataron, ¡Por su culpa mi esposa está muerta! —

— Váyanse, respeten la memoria de mi hermana al menos, ya que no lo hicieron en vida, largensé — dijo mi mamá viéndolos mal

Cuando los vi salir yo fui detrás de ellos, debía hacerles saber que contaban con mi apoyo.

— Jungkook... — dije acercándome a él — lo lamento mucho — dije abrazándolo

— Fu-fue nuestra culpa... — dijo él abrazándome

— No, no Jungkook —

— No-nosotros la matamos — dijo Jungkook empezando a llorar

Intenté calmarlo pero era imposible, incluso a lo lejos vi a Taehyung llorar, dolía mucho la ausencia de mi tía, ella siempre estaba dispuesta a ayudar, siempre estuvo para todos, ella no debía irse, no de esa manera.

— Cálmate — dije también intentando no llorar

No había querido llorar, no quería sentirme más mal de lo que ya estaba, no quería pensar en que ya no tenía a nadie de la familia de mi mamá apoyándome, no quería pensar en que le persona que fue lo más cercano a una madre ya no estaba.

— Debemos irnos Jungkook... — dijo Taehyung acercándose a nosotros

— Bien... — dijo Jungkook separándose de mí

— Espero que les vaya bien — dije sonriendo — en serio quiero eso, siempre tendrán mi apoyo —

— Gracias Yoongi... — dijo marchándose

Iba a volver hacia donde estaban los demás, pero me encontré con mi mamá al frente mío.

— ¿Tú lo sabías? — preguntó viéndome fijamente, tenía una mirada fría