Mi vida humana comenzó en la primera mitad del siglo XIV.
TodavÃa era un niño cuando mis padres y yo huimos de Perú y nos instalamos en Italia ilegalmente, para escapar de unos mercenarios que acosaban a mi padre.
En la Edad Media, los latinoamericanos y los europeos no se mezclaban; nosotros nos escondÃamos en una cabaña cercana a un bosque que mis padres habÃan comprado a un campesino bondadoso, que no nos denunció al llegar a Italia escondidos en un barco que llevaba esclavos al paÃs.
Solo hablábamos en español, nuestra lengua materna, y no tenÃamos contacto alguno con el mundo exterior. TenÃamos nuestra propia huerta en la parte de atrás de la cabaña y un pozo improvisado, de donde extraÃamos agua para beber y preparar la comida.
Durante cinco años, mi familia vivió en paz.
Una noche, el campesino que nos habÃa vendido la cabaña apareció montado a caballo, jadeante y aterrorizado, y nos alertó para que huyésemos lo antes posible porque las autoridades estaban rastreando los locales cercanos en busca de brujas o fugitivos. Si nos encontrasen, nos matarÃan allà mismo.
Mis padres tardaron un poco en entender lo que el campesino querÃa decirnos, ya que la barrera idiomática era enorme; el español y el italiano eran difÃciles de interpretar. Mis padres me entregaron provisiones envueltas en unas telas para el viaje que yo, un niño de apenas trece años, tendrÃa que hacer solo.
No recuerdo su rostro, pero creo que mi madre estaba llorando cuando me empujó hacia el interior del bosque, obligándome a huir. Insistà todo lo que pude, intentando convencerlos de que viniesen conmigo, pero no habÃa tiempo: las autoridades se estaban acercando...
No pude despedirme de ellos antes de escuchar el galope de los caballos a lo lejos. Empecé a correr por el bosque, creo que con los ojos bañados en lágrimas y el corazón latiendo desbocado dentro de mi pecho.
DebÃa de llevar por lo menos un dÃa huyendo cuando no pude soportar más el cansancio y me senté al pie de un árbol, antes de perder la consciencia. Cuando me desperté, sentà calor.
Al abrir los ojos vi que estaba acostado en una cama improvisada en el suelo dentro de una habitación, y que una mujer de cabello muy largo y pelirrojo estaba junto a mÃ, mirándome. Me habló en italiano, pero no la entendÃ.
Traté de explicarle en esapañol que mis padres necesitaban ayuda, y la mujer me entregó un trozo de papel artesanal y tinta para que pudiese dibujarle lo que intentaba decirle.
Aquella desconocida me explicó a través de gestos y expresiones que, si los guardias reales habÃan llegado junto a mis padres, ya no habÃa nada más que hacer, y aunque la entendÃ, no podÃa creerlo. Lloré durante meses enteros, sintiéndome solo y abandonado.
La mujer adulta se presentó (aunque ya he olvidado su nombre con el paso de los siglos) y me explicó con dificultad que, si seguÃa vagando solo por el bosque, me encontrarÃan y acabarÃa muerto; que serÃa mejor que me quedase con ella. Después de resistirme mucho, acepté.
Recuerdo vagamente haberle dicho mi nombre, pero no consigo recordar cuál era...
•••••
- Aquella mujer era lo que hoy denominan wicca. Pero no sólo era una wicca, también era una bruja -le explicó a Joaquin, que escuchaba la historia con los ojos muy abiertos.
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Sodomía || Emiliaco- Terminada- Adaptación
Teen FictionAdaptación (Ubicada en Perú...... Gracias a todos los peruanos que leen a HISTORIAS_EJ) Al perder el último tren, Joaquín se ve obligado a caminar solo por las oscuras calles de Lima. Lo que él no sabe es que Emilio, un inmoral sediento de sangre, v...