-2
¿De verdad Emilio no existía?
- Desde que te llevaron al hospital, nadie más vio al chico que vivía ahí. Entré en el apartamento algunas veces durante la semana, pero no vi a nadie, y sólo estoy esperando a que acabe el mes para poder sacar todos los muebles y ponerlo en
alquiler de nuevo.Joaquin parpadeó unas cuantas veces y notó que se formaba una bola en su garganta. Las lágrimas regresaron a sus ojos en contra de su voluntad y entonces comenzó a llorar, aspirando aire con fuerza por la boca y tosiendo, riendo y llorando al mismo tiempo.
No estaba loco. Emilio existía.
- Por favor, señor -dijo el joven, llorando-. Necesito visitar ese apartamento una vez más, por favor. Necesito comprobar algo.
El hombre suspiró hastiado y Joaquin escuchó un ruido fuerte, como si fuese una campanilla.
De repente, la puerta se abrió.
- Nos vemos en la tercera planta, muchacho.
Joaquin ni siquiera respondió y comenzó a correr hasta las escaleras. Subió los escalones lo más rápido que pudo, con el corazón desbocado y las lágrimas todavía resbalando por sus mejillas. Emilio existía. Todo lo que ellos habían vivido era tan real como recordaba y se avergonzó por haber pensado, aunque fuese por unos breves instantes, que Emilio pudiera haber sido una simple ilusión.
Cuando Joaquin llegó al tercer piso, corrió hasta la puerta del apartamento 301 y esperó. Trató de girar el picaporte unas cuantas veces, pero nada sucedió. Necesitaba saber qué había ocurrido con Emilio, ¿por qué nadie lo ayudaba?
El llanto del muchacho llamó la atención de cierta persona.
- ¿Qué estás haciendo aquí? -dijo una voz a su espalda, y Joaquin se giró asustado.
Era la señora mayor que vivía al lado del apartamento de Emilio.
- Necesito ver algo en este apartamento... -respondió Joaquin, secándose las insistentes lágrimas.
- ¡Deberías estar en el hospital, muchacho! -la anciana mantenía la mitad del cuerpo fuera de su propio apartamento y hablaba en tono serio, como si fuese una madre preocupada.
Entonces Joaquin se dio cuenta.
- ¡Usted fue la señora que me encontró desmayado en el apartamento! Y era la señora que venía a visitarme, ¿verdad? Mi jefe me lo contó, pero nunca me imaginé que fuera usted... -dijo Joaquin señalando a la mujer de forma acusatoria, y casi se da una bofetada por no haberse dado cuenta antes.
- Sí, fui yo -dijo ella con una sonrisa-. Pero cuando iba a visitarte por la mañana temprano, tú siempre estabas dormido. ¡Y deberías estar descansando en el hospital! ¡Dudo mucho que estés 100% recuperado!
- ¿Usted vio al chico que vive en este apartamento cuando me encontró? -preguntó Joaquin, ignorando la reclamación de la anciana-. ¿Sabe dónde está?
Ella pareció pensar durante un segundo. Joaquin no se dio cuenta, pero tenía un pequeña sonrisa dibujada en los labios.
- Ah, no. Perdón, pero no lo he visto. Pero creo que si tienes algo que hacer dentro de ese
apartamento, deberías entrar. Mira, el casero ya ha llegado -y con esas palabras, sonrió y cerró la puerta de su casa.
ESTÁS LEYENDO
Sodomía || Emiliaco- Terminada- Adaptación
Novela JuvenilAdaptación (Ubicada en Perú...... Gracias a todos los peruanos que leen a HISTORIAS_EJ) Al perder el último tren, Joaquín se ve obligado a caminar solo por las oscuras calles de Lima. Lo que él no sabe es que Emilio, un inmoral sediento de sangre, v...