Sodomía || Emiliaco- Terminada- Adaptación

🔥 GEMIRAS MI NOMBRE🔥

ES UN CAPITULO CON RELATO E IMGANES FUERTE, SE PIDE DISCRECION 🔥🔥

AHORA SI SABRAN QUE ES SODOMIA.............¡¡😏🔥

AHORA SI DISFRUTEMOS ...........

(PONGAN LA MUSICA MIENTRAS LEEN EL CAPITULO, LOS VA A LLEVAR A OTRA DIMENSION)

PSDTA: SI SE EXITAN DEMASIADO NO ES MI CULPA ...😉🔥😏👀💋

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Joaquín completamente desnudo, encima de la cama con sus muñecas firmemente atadas sobre su pecho. Emilio, aún vestido, estaba a cuatro patas sobre él, pasando las uñas por su pecho mientras paseaba la lengua por toda la extensión de su cuello.

El menor gemía y jadeaba, sintiendo su miembro cada vez más duro con cada nuevo ataque de Emilio para torturarlo. El mayor dejó el cuello de Joaquin y lo miró a los ojos, sosteniendo su barbilla con una mano.

- Saca la lengua -le ordenó.

- ¿Por qué? -preguntó el menor con un gemido, sintiendo las uñas del rizado clavándose en su cintura.

- Haz lo que te ordeno -dijo Emilio con seriedad, aumentando la presión sobre la barbilla del menor.

Joaquín obedeció y sacó la lengua, curvada, fuera de su boca. Emilio se acercó y sacó su propia lengua fuera de la cavidad bucal, haciendo que ambas se tocasen ligeramente. Era extraño, porque el aire frío de la habitación causaba una sensación incómoda en la lengua de Joaquin; pero, al mismo tiempo, cuando la lengua caliente y húmeda de Emilio lo tocó, gimió de placer.

Las lenguas se tocaron poco a poco y Joaquin gimió en voz alta cuando Emilio empezó a chuparle y a morderle la lengua y los labios ligeramente, provocando escalofríos en todo su cuerpo.

Cuando se separaron, El castaño iba a preguntarle al mayor qué pensaba que estaba habiendo, pero la lengua insistente y perversa de Emilio se lo impidió, invadiendo nuevamente su boca y llevándolo a la locura una vez más.

Emilio bajó una de sus manos hasta el miembro del menor y comenzó a tocarlo de forma cariñosa. Joaquin se separó de él, jadeando, sintiendo su miembro palpitante dentro del puño cerrado de Emilio.

El más alto hacía movimientos lentos de vaivén por toda la extensión del menor, y el castaño se vio obligado a morderse sus propios labios para tratar de contener sus gemidos.

-¿No fuiste tú quien pidió saber qué era la sodomía? -preguntó Emilio con falsa inocencia antes de besar la clavícula de Joaquin y depositar besos por todo su torso a medida que iba descendiendo.

El más alto mordisqueaba la piel del menor y la lamía enseguida, como pidiéndole disculpas por las marcas enrojecidas que dejaba en su pálida piel. Cuando Emilio alcanzó el miembro completamente erecto de Joaquin, dejó que un hilo de saliva corriese por encima de él antes de envolverlo por completo entre sus labios.

El menor, aún con las manos atadas, cerró los puños con fuerza, sintiendo que las uñas se le clavaban en la piel de las palmas de las manos mientras arqueaba la espalda ligeramente sobre la cama.