Adaptación
(Ubicada en Perú...... Gracias a todos los peruanos que leen a HISTORIAS_EJ)
Al perder el último tren, Joaquín se ve obligado a caminar solo por las oscuras calles de Lima.
Lo que él no sabe es que Emilio, un inmoral sediento de sangre, v...
(Lean lo que esta hasta abajo ...... una sorpresa🎁🎁🎁 )
Antes de leer este capítulo......... les vengo a decir que esta historia tiene 12 capitulos en total, asi que ya se viene el verdadero drama ...............
PSDTA: No se enojen conmigo por el final de este cap ..........
No hacía ni cinco minutos que Joaquin había empezado a comer cuando Emilio entró por la puerta de entrada, limpiando los últimos rastros de sangre que pudieran haber quedado en su boca después de alimentarse.
Emilio entró hasta la habitación, se quitó la ropa manchada de gotas de sangre y se puso simplemente una camisa larga.
A continuación buscó a Joaquin y siguió el olor extraño que había en la casa hasta llegar a la cocina. Emilio ya no recordaba el olor de la comida recién hecha y por eso, cuando entró en la habitación y vio a Joaquin comiendo, casi se golpeó a sí mismo por haber considerado extraño aquel olor.
- ¡EMILIOOO!- exclamó Joaquin con una sonrisa al ver al otro de pie junto al vano de la puerta-. ¿Quieres un poco?
Emilio se acercó a la mesa y se sentó en la silla que quedaba en al frente de Joaquin, observándolo. El menor se ruborizó un poco al ver que el rizado sólo llevaba ropa interior cubriendo la parte inferior de su cuerpo, y desvió la mirada para volver a comer.
- No, ya estoy satisfecho -dijo con una sonrisa triste-. Además, la comida no sacia mi hambre, ya lo sabes. En realidad, ni siquiera consigo distinguir su sabor.
Joaquin le dirigió una mirada triste al mayor, quien seguía con la barbilla apoyada perezosamente en la mano.
- ¿Dónde encontraste todo eso? -preguntó, señalando con la cabeza los paquetes abiertos y las ollas en el fregadero.
- Ah... -comenzó diciendo Joaquin con torpeza-. Tal vez, sólo tal vez... me haya puesto a rebuscar en toda tu cocina y en la despensa, buscando algo para comer.- Dijo tiernamente , juntando sus manitas en sus pómulos, haciéndolo ver como un niño pequeño
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