Tú querías jugar, conmigo.
Querías quedarte.
Querías irte.
Querías tenerlo todo, y a todas.
Solías irte con otras mujeres, y tú realmente pensabas que yo nunca lo noté. Tal vez tú me tenías enrollada en tu dedo, y puede que hayas cegado mi corazón, pero no era tonta. ¿Crees que nunca notaría el maquillaje en tu camiseta, el perfume barato impregnado en tu ropa, o el hedor a alcohol?