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Pasaba sutilmente sus manos por las cuerdas de aquella guitarra, sintiendo su dulce melodía entrar y salir por sus oídos, mientras sus ojos cerrados le permitían imaginar un mundo armonioso y repleto de paz..
Paz que fue irrumpida.
---¡No, no y no Roseanne!-- el mayor exclamó exasperado y en voz alta, haciendo a la más joven dar un salto y desafinar en su trabajo.-- ¡lo estás haciendo pésimo!--
--- Lo siento papá..--- murmuró agachando su cabeza y despojando la guitarra de sus brazos.
---Te he dicho una y mil veces que este instrumento no es para ti, lo haces muy mal, no transmites sentimiento alguno. Es completamente aberrante Roseanne.-- afirmó poniéndose de pié, para coger el instrumento en sus manos.-- intenta con el violín, el piano, el triángulo, o cualquier otro instrumento que no sea este tan básico.--
--- Pero papá-
---Sin peros.-- irrumpió dirigiéndose a la salida del cuarto.-- me llevaré esta guitarra para que ya no sigas desperdiciando tu tiempo en algo que no lograrás y que te sale terriblemente abominable para los oídos de cualquiera. ¿Qué pensaría tu abuelo de esto? Su única nieta no es capaz de poner en práctica otros saberes por intentar tocar una absurda guitarra básica que todo el mundo puede manejar ahora, ¿acaso no quieres sobresalir entre los demás? Lo harías con un instrumento más especializado y no con esta cosa que no tiene ni una pizca de gracia.--
---P-pero mi guita-
---¿Tienes algo más que argumentar Roseanne?--
Y ella volvió a bajar su mirada.--- No, padre..--
---Eso imaginé.-- suspiró y abrió la puerta.-- mañana te traeré un violín, practicarás más horas ahora que estás en vacaciones.--
Y se fue.
La pelimarrón sintió sus ojos arder luego de que el mayor haya salido dando un leve portazo. Se dejó caer de espaldas sobre la cama, apretando los mismos para que estos no se critalizaran, y suspiró profundamente para que el estrés no subiera a su cabeza, la cual comenzaba a doler por cierto.
Desde que su madre había decidido no interferir en la palabra de su padre, este la había estado torturando con distintas clases de instrumentos y privándola de su libertad.
Se sentí tan agobiada, pero también tan acostumbrada..
---Pues...yo pienso que te salió estupendo.-- Rose se sobresaltó cuando escuchó una gruesa voz sonar a sus espaldas, haciendo que se sentara rápidamente.