Capitulo 2

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—Puede ser que tengas razón, todavía tengo todo el viernes para pensar bien y decidir.

— Claro que si cariño.  Y no te agobies, descansa que ya es tarde y mañana no habrá nadie que te consiga levantar.

— Tienes razón. Buenas noches Isa.

—  Buenas noches Carla.

6:30 a.m.  

El despertador me suena a la vez que mi madre me empieza a gritar desde el piso de abajo.

—  ¡Mi amor, levántate, es tarde y no vas a llegar a tiempo! ¡Acaba de llamar el padre de Isabel diciendo que hoy no podrá pasar a buscarte, tiene médico y  irá a clase a tercera hora! —Me grita mi madre desde el piso de abajo, y yo no hago más que contestar.

— ¡ Vale, ya voy!— Acabo de vestirme, llevo puestos unos tejanos negros y una camiseta blanca Nike. Bajo las escaleras y llego a la cocina en la que me encuentro a mi hermana en la isla central de la cocina vestida y con su rubia melena alborotada, con los auriculares y desayunando tostadas con aguacate, cosa que me recuerda a la semana de dieta que hice.

Me llevo una galleta príncipe a la boca y me dirijo a mi madre para darle los buenos días. 

— Buenos días mama.

—  Buenos días cariño ¿Qué tal has dormido? — <<Pues muy bien, he soñado que Claudia se follaba a Marcos y yo estaba en primer plano para verlo, pero por lo demás bien, todo muy tranquilo>> pienso para mis adentros hasta que respondo.

—  Bien. Ayer estuve hablando con Isa sobre los exámenes de matemáticas de este año, y me parece que voy a tener que estudiar mas.— Digo con una risa cansada.

— Pues ya sabes lo que tienes que hacer. — Me dice mientras se pone a fregar platos. Me acerco a ella y le digo susurrando:

— Mama, ¿Cómo esta papa?

—Hija, papa está muy débil, los médicos dicen que si hay suerte saldrá de esta. Pero tu ya conoces a tu padre, es muy fuerte, ya verás que este verano nos iremos los cuatro de viaje a Italia. — me dice acariciándome la mejilla. A mi se me humedecen los ojos. Yo siempre he sido la niña de papa, Marina es la de mama. No sé como podré avanzar sin mi padre.

— Gracias por contármelo mama, te lo agradezco. ¿Crees que cabe posibilidad de verle?

Mi hermana me interrumpe.

— Culona, que me ibas a decir ayer sobre el chico de mi clase? Que entre la cena y todo no me dijiste nada — En quince minutos salimos hacia el instituto, me da tiempo a prepararme y a poco más....

—Pues... 

— Me lo cuentas por el camino que tenemos que irnos al insti. — Le digo incorporándome y dirigiéndome al sofá a coger la mochila y la de mi hermana. Se la doy, nos despedimos de nuestra madre con dos besos y salimos por la puerta.

Una vez fuera de casa nos pusimos a caminar en silencio. Un silencio que se fue poniendo cada vez más intenso, hasta que decidí hablar.

— Me lo vas a contar o que?

— El que?

— Joder tía, lo de Marcos.

— A ostia, pues que Marcos y Hugo me han invitado a una fiesta para el sábado en casa de Hugo, pero tu no le digas nada que como sepa que te lo he dicho no me invita más — Este es un ejemplo sobre mi relación con Hugo, primero nos limitamos a mirarnos, y luego nos hablamos como si fuéramos los mejores amigos. Bueno, para Hugo ser los mejores amigos es sonreírse y intercambiar dos palabras. Es un chico muy misterioso. Cosa que me pone nerviosa constantemente.

Primero tu y el mundo despuésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora