Etapa 3

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Gelatina sin sabor

— ¡Cream!— Le gritó llamando su atención sino también el verdugo del miedo en el chico, Jenna suspiraba con grandes respiraciones profundas, le miraba con aquellos ojos rabiosos, desiguales e indefinidos, esparciendo una increíble tensión en su habla: — Tengo la paciencia corta, el corazón destrozado y la ira me está comiendo viva ¿Estas dentro o fuera?— Jenna Pumpkin quien típicamente siempre estaba a la defensiva o de mal humor, se encontraba estresada y con mil preguntas sobre la muerte de Ice/Sparkle que, rompía su cabeza y tambaleaba en malestares.

Por ello, recurrir contra Cream, el mejor amigo de su amor perdido, alternativa o estrategia, era la mejor decisión que pudo tomar, aliados aunque no se llevarán estupendamente. Ambos entraron a la cafetería favorita de Jenna ordenando  a su vez los pedidos y tomando asientos.

—Hablo en serio cuando te digo que das miedo Jenna—Se estremecía el ajeno —Estoy dentro, ¿tienes algo en mente? — Jenna lo mando a callarse por señas y prestará la atención suficiente como para captar.

Las pistas del caso de brillantina derretida— denominación que Cream habia inventado para consagrar a su difunto amigo— no eran muchas, o por lo menos coherentes entre ellas, el boca en boca los mantenía alerta, consciente de la situación en la estación policíaca sino también de los datos de las autopistas y variaciones. Tan solo por sentarse en el sitio correcto de una vieja cafetería, conocida por pasteles de frambuesas, cappuccino y la ingesta de carbohidratos de los policías de la ciudad. Dentro de sus habladurías de los efectivos, supieron la ubicación exacta del cuerpo encontrado, con pestilencia perfumada de la descomposición de dos días, y que este había sido asesinado en un parámetro desconocido trasladado a la edificación,  el cuerpo había sufrido laceraciones de ahorcamiento con algun tipo de cuerda resistente, con la muerte siendo cronometrada entre la medianoche o las tres de la madrugada. Sin sospechoso que no tuvieran una coartada sólida como le sucedía al profesor de teatro Günther, —quién habia sido el  que encontró en horas de la marcha— Además que seguía siendo una incógnita la presencia asquerosa de las ratas muertas decapitadas y los motivos de perder los dedos de tal manera, pero cuya arma habia sido un cuchillo de sierra, lo suficiente evidente para dejar marcas en el asesino.

Lo único de certeza de las ratas decapitadas eran que, algunas cabezas se encontraba en la boca del difunto y previamente cortadas, adornando con sangre seca, puestas luego del asesinato. Sin huellas dactilares, pisadas o pertenencias personales, mas que sólo su identificación oficial.

Atentamente el oído confiable de Jenna, captaba toda la evidencia que necesitaban para empezar su propia travesía, notando la mayor incógnita que pudo descifrar:

—Cream, ¿Ice no lleva siempre a todos los lados su celular?

— Cómo  todos los millenials,  pegado a la piel. ¿Por qué? —

—Porque no lo encontraron, sólo su identificación, Ice no llevaba su identificación al trabajo. Nunca — Le comentó bajito, en susurros mínimos para guardar el secreto.

Los policías locales se despidieron del lugar, dejando la cabeza de Jenna con información atenuante, sin sospechosos que interrogar. Razonablemente intentaba atar cabos, personas con gustos extraños, sitios, sucesos raros de la ciudad.

— Según NCSI Miami, rebobinar sus días hasta su muerte, nos ayudará. Ese día, Ice tenía trabajo a las 10pm y estuvo conmigo hasta las 6:30pm. Sé que visitó a su hermana a las horas de la mañana...

—Media hermana...

—¿Que?

—Son hermanos por el señor Melted, y no se llevaban bien.

—¿Crees que ella sepa algo?

—No lo sé. Ella y yo no tenemos buenos tratos.

— Ellos hablaron de un tal Günther, es profesor de teatro, deberíamos hablar con él. — Jenna Pumpkin no era del tipo de persona que perdía tiempo.

El profesor Günther, un hombre en finales de sus veinte, con ojeras visibles en su rostro pequeño, vestimenta sencilla, los recibía en el teatro comunitario, con alegría en los ojos, un idealista bajo el sueño de que sería famoso, reconocido, una sensación de Hollywood.  Aquel día llevaba los ojos rojizos, como la sensación de hacer llorado, abatido,  aunque sus expresiones exageradas trataban de ocultarlo.

—Somos estudiantes de periodismo, y nos interesa  mucho el caso de señor Ice Melted, nos podía dar su opinión— Jenna le anunciaba al profesor, observando todo el lugar, y una seguridad social fingida.

—Oh, farándula, claro, claro.

Sentados en sillas de  plástico barato, el profesor Günther destilaba una extraña sensación de locura, las piernas cruzadas y la mirada vaga.

—Yo Günther, ofrecía clases personalizadas de teatros a bajo costo, ahora no por los nervios — Se señaló a si mísmo— Los tengo destrozados. La hermana menor Jelly, venía a clases constantemente, esa niña tiene chispas para las artes escénicas, a pesar de estar en silla de ruedas. Así conocí a Ice —

— El día de su muerte ¿Algo que recuerde ese día?

— Hablamos por teléfono vía Skype, esa mañana, diciéndome que no vendría a traer a Jelly — El hombre llevaba los dedos a su barbilla— Lo ví cansado, quizá algo nervioso, dijo que iba contarme algo que no me gustaría.

—¿Lo vió?...Quiero decir, ¿Tuvo ese encuentro con el señor Melted?

—Nunca apareció en la cafetería donde iríamos, la Blueberry. Le dejé mil mensajes esa tarde, no insistí debido a que el otro día tenía la marcha—

La evidencia era el celular de su bolsillo, las miles de llamadas perdidas y mensajes en esperar de ser respondido.

—¿Tenia algún tipo de relación con el fallecido? ¿Que tipo de relación tenían? Por lo cercanos que eran.

Las mejillas del profesor tomaron un color rosado, bajo recuerdos melancólicos y lloró un poco.

—En realidad...era mi pareja. No puedo entender como murió asi...Era un chico tan intrépido y persuasivo qué....

Las expresiones de los jóvenes cambiaron, desencantados y poco entendimiento surgían por sus rostros, principalmente de Jenna, quién escuchaba su corazón llorar y romperse, la engañaba con otra persona, la actuación siguiente fue de Cream, el único el reaccionar del par:

— ¡¿SU QUÉ?!

 Impostura HumanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora