Mi Vecino

Noche de Reencuentros y Bienvenidas

No estaba seguro, si lo que estaba viendo era real o no. Sabia que había gente que poseía habilidades extrañas, pero no pensé que vería a alguien más a parte de Cora y de mi con esa clase de poder. Claro que, toda mi vida oculte que tenía esa clase de poder, solo lo utilizaba cuando era realmente necesario. Sin mencionar que si en la universidad se enteraban de que la he utilizado para pasar los exámenes, es mi fin.

-Tu, ven conmigo!- dije, y tome del brazo al chico ese, y utilizando mi habilidad, me lo lleve.

Aparecimos en un callejón, y no pude evitar empujarlo contra la pared y preguntar:

-Que habilidad tienes? Por que tu cuerpo despedía ese vapor....? y porque tu piel se tiño de un rosa brillante?-

Había olvidado que ese chico estaba enamorado de mi, y la forma en que lo tenia contra la pared era realmente comprometedora... tanto, que podía sentir su respiración agitada muy cerca de mi. Me aleje un poco para darle espacio, y se sentó. Estaba temblando, y tenia su cara roja.

Me incline frente a él.

-Oye...-

-No te acerques por favor...- me apartó cuando quise obligarlo a que me mirara.

-Solo quiero que me digas cual es tu habilidad. Creí que solo Cora y yo teníamos esa clase de poderes...-

-No es una gran habilidad...solo soy de goma...- evitaba por todos los medios mirarme.

-De goma? Perdoname pero no entiendo...- de pronto su camisa escarlata, se volvía más oscura.

-Mi cuerpo es de goma...- dijo, y se levantó, llevando su mano hasta su pecho. Sus heridas volvían a abrirse.

Dio unos cuantos pasos y calló estrepitosamente al suelo.

-Le dirás la verdad a tu hermano entendido?- no estaba seguro de si me estaba oyendo o no, pero tras salir del callejón, pedí un taxi y lo llevé a mi apartamento.

-Quiero carne...tengo hambre...-

-Como puedes pensar en comida en un momento como éste? - le dije mientras lo empujaba al interior del taxi.

Una vez que llegamos, me tome la molestia de revisar su móvil, y encontré el contacto de Portgas, ya no había caso seguir ocultando lo de las lesiones de este niño, así que lo llamé.

Portgas llego un par de horas después, y al igual que a mi, le sorprendió ver al mocoso, sentado frente a mi nevera, y arrasando con lo poco y nada que tenia en ella.

-Vine tan rápido como pude. Que sucede?- dijo apenas hubo llegado.

Me aparte, para que pudiera entrar a mi casa, y cerré la puerta detrás de él. Me senté en él sofá, y sin siquiera mirarlo le dije:

-Preguntaselo a él- señale al mocoso con un gesto de cabeza – no creo que sea un tema que yo deba decirte...- tome uno de mis libros y me puse a leer.

-Por cierto, tendrás que reponer los víveres que tenia en la nevera, tu hermano se trago todo, y esas eran mis provisiones para toda la semana.-

-Maldición Luffy! Si tienes hambre solo ve a tu casa y come...ESTA EN FRENTE! no puedes estar atacando la nevera de otros! Pero ya veremos luego... Trafalgar, dice que tienes algo que contarme, que es? Como te hiciste esas heridas?-

Los observe de reojo, por fin ese chico, dejaba en paz mi nevera, y pude verlo que se ponía nervioso.

-Es por culpa de ese maldito de Mingo- murmuro.

-Que te hizo ese mal nacido?- le preguntaba el pecoso, dándole un golpe a mi mesa con el puño.

-Oye oye!- no estaba seguro pero por un momento me pareció que ese chico despedía fuego de su mano.