Medio Mundo

8

POV AARON

Atravesé el hall de la comisaría y me acerqué al escritorio donde había una secretaria. Ésta me sonrió coqueta apenas me vió.

-Hola... ¿En qué puedo ayudarte?-

-Busco a Jeremy- respondí cortante.

-Está en esa oficina, pasa...- murmuró intentando ser seductora.

Sin responderle caminé hacia la derecha y golpeé la puerta que me había indicado.

-Adelante- habló con claridad la voz conocida.

En cuanto puse un pie en el despacho, Jeremy sonrió.

-¡Aaron, amigo! Ya iba a llamarte. Llevas unos días desaparecido-

Me acerqué y le dí un saludo con la mano. Él era mi mejor amigo, pero no me gustaba el contacto físico, me recordaba a... Por suerte Jeremy lo entendía.

-Han sido días complicados...-

Ël me miró con el ceño fruncido y su rostro preocupado.

Jeremy era el policía que me había ayudado a salir adelante. Sin él, probablemente estaría muerto.

-¿Qué sucedió?- preguntó enseguida.

-A mi nada- lo tranquilicé -Pero conocí a una chica que necesita tu ayuda...-

Me miró confundido.

-No entiendo...- murmuró.

Le conté brevemente la historia: el bar, el trago, su ex, su situación desesperante y mi ayuda.

-¿¡En tu casa?!- fue lo primero que respondió.

Será idiota, pensé. Él sabía que no me gustaba estar rodeado de gente todo el tiempo, y por eso su sorpresa.

-¿Te gusta?- volvió a preguntar.

-No- respondí con firmeza.

-No te creo- se cruzó de brazos con una sonrisa.

Me sentí avergonzado y un poco enojado. No quería tener que dar explicaciones, ni siquiera yo sabía que me pasaba...

-No me gusta- respondí de prisa -No es mi tipo, para nada- mentí. Todo en ella me parecía encantador: sus ojos, su sonrisa, su forma de reír.

Jeremy se quedó en silencio sospesando si creerme o no.

-¿Vas a ayudarme o no?- retruqué cansado.

-Claro que sí- sonrió y suspiré aliviado. Sabía que podía contar con él.

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Por fín estaba llegando a casa. Había tardado un poco más de la cuenta al hablar con Jeremy pero había valido la pena. Hoy mismo le contaría todo a Alice.

Entré a casa buscándola pero la imagen con la que me encontré no era lo que esperaba. Estaba en el suelo llorando.

Cerré la puerta rápidamente y me acerqué a ella arodillándome a su lado.

-Alice ¿Qué pasó?- la culpa por dejarla sola se apoderó de mí. Aunque había salido a buscar ayuda para ella, quizá tendría que haberla llevado conmigo...

-Estoy... Bien- sollozó.

-Claro que no. Dime, ¿Fue él?- pregunté  nervioso y con miedo de su respuesta.

Ella negó levemente y una parte de mi se alivió.

-Fui a comprar... Y lo ví. Sigue aquí, en la ciudad- las lágrimas cayeron con velocidad de sus ojos.

-¿Te vió?- cuestioné.

-No. Por suerte... Pero salí corriendo. Y como una estúpida me doblé el tobillo- miró hacia abajo.

Seguí su mirada y me encontré con su pie rojo e hinchado. Se veía muy doloroso.
Sin saber por qué su imagen hizo que mi corazón latiera con más fuerza.

-Bueno, tranquila. Ya estás a salvo. ¿Por qué mejor no te acuestas y te pones hielo?- pregunté sin saber muy bien que decirle. Quería abrazarla y prometerle que todo estaría bien... Pero yo jamás haría algo así.

-Es que... No me puedo parar- respondió avergonzada -Me duele mucho-

Asentí pensativo.

-Te voy a ayudar, vamos- me puse de pie y tomé su brazo para que se apoyara en mí. Con cuidado y lentamente, se pudo poner de pie.

-Vamos a la cama, vas a estar más cómoda- murmuré mientras la ayudaba a caminar.

Dimos pasos cortos y tardamos una eternidad, pero por fin llegamos y pudo recostarse.

-Voy por hielo- decreté.

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POV ALICE

Volvió a los segundos con un paño que envolvía un par de hielos.

-Gracias- murmuré tomándolo y lo coloqué en mi tobillo.

En cuanto lo apoyé el ardor y el dolor se intensificaron.

-Joder- solté.

-Tranquila, pronto te va a aliviar- se sentó a mi lado.

Era raro verlo así, preocupado...
Pero no iba a negar que me gustaba.