CAPITULO 10 "PASARÉ POR TI MAÑANA A LAS SEIS"

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HOLAAAAAAAAAAAA, ME HE AUSENTADO MUCHO Y LO SIENTO, MI MAESTRO DE ANATOMIA HUMANA TIENE LA CULPA :D ES SEMESTRE NUEVO, NUEVOS MAESTROS Y ME ESTOY ACOSTUMBRANDO APENAS, TRATARÉ DE SUBIR NUEVO CAP PRONTO. PARA MIS LECTORAS DE "SIEMPRE ESTÁS TÚ" LES AVISO QUE ES PROBABLE QUE HOY ACTUALICE, TENGAN PACIENCIA :) 

DISFRUTEN EL CAPITULO.

CAPITULO 10

La mañana soleada del lunes me recibe bien. Hoy siento unas ganas extrañas por ir a la escuela. Me levanto de mi cama con una sonrisa y abro las cortinas de mi pequeña habitación. La luz del sol entra e inunda todo el lugar, la escena me recuerda a esos cortos comerciales donde la gente se despierta feliz y perfectamente  peinada, aunque claro, yo no estoy peinada, mi cabello está por todas partes.

Luego de bañarme y vestirme, me esmero en mi maquillaje, que no es nada más que delineador negro, rímel y labial rosa pálido.

Karla toca la puerta de mi departamento como todos los días y voy a recibirla sin borrar de mi rostro la sonrisa tonta que causa Mateo. Desayunamos, la pongo al tanto de todo lo que ocurrió el día anterior y luego salimos para ir a la escuela.

Como todos los días, Mario está estacionado frente a mi edificio para recogernos. Lo saludo cariñosamente y ambas subimos a su auto.

Unos diez minutos después, estamos entrando en el estacionamiento del campus, son solo las nueve de la mañana pero siento como si fuera medio día.

Cuando faltan cinco minutos para nuestra primera clase, los tres tomamos caminos diferentes por el edificio.

Las primeras clases pasan rápidamente gracias a mi excelente ánimo. Cuando me doy cuenta, ya es medio día. Camino entre los pasillos para llegar a la cafetería donde seguramente mis dos amigos están esperándome para almorzar.

Mi mente viaja a la noche anterior, reviviendo cada detalle. Y otra vez, esa sonrisa ridícula aparece.

Inesperadamente, un golpe me hace caer hacia atrás causándome un dolor instantáneo en el trasero. Mi mal humor hace su aparición, listo para maldecir a la persona que chocó conmigo.

– ¡Deberías ver por donde caminas! –Grito enojada.

–Lo mismo digo. –Responde una voz extremadamente familiar. Levanto la mirada inmediatamente y me encuentro con el par de ojos negros que me han tenido desconcentrada todo el día.

–Oh, Lo siento. –Digo avergonzada.

–No te preocupes, no fue tu culpa. –Responde con una sonrisa cálida. Mateo estira su mano derecha hacia mí, ya que aún estoy en el suelo y acepto su ayuda.

–Gracias.

–De nada. ¿A dónde ibas tan alegre y distraída?

–Iba hacia la cafetería, tengo un par de horas libres.

–Genial, puedo hacerte compañía durante la primera hora, también la tengo libre. Claro, si no tienes inconveniente.

–Me encantaría. –Sonrío.

Ambos caminamos por los pasillos en dirección de la cafetería, su mano roza ligeramente la mía al caminar pero ninguno se atreve a tomar la mano del otro.

Cuando atravesamos la entrada de la cafetería, encuentro rápidamente a Karla, está en nuestra mesa con Fernando y un muy aburrido Mario. Lo entiendo perfectamente, debe ser horrible estar con ese par.

Los ojos de Mario se iluminan cuando ven en mí su salvación de ese momento incómodo y aburrido, pero en cuanto nota la presencia de Mateo, su mirada vuelve a ser la misma. Pobre de él.

M. EL CHICO MISTERIOSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora