Cap. 6 Ha pasado tiempo ¿No lo creen?

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// En otro lado de Sooga //

—¿¡Cómo puede llover ahora!? En la mañana no había rastro de ninguna nube, no entiendo... pfff -bufó molesto el chico de cabello café y ojos color verde. —Que suerte, ahí ay una cabaña... tal vez... ¡ya estoy más cerca de la aldea! -pensó mientras en sus ojos le aparecían estrellitas estilo anime.

Golpeo la puerta tres veces pero nadie contesto, entonces se decidió a entrar

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Golpeo la puerta tres veces pero nadie contesto, entonces se decidió a entrar. Al entrar a aquella cabaña vio a dos personas empapadas como el, se podía ver que vestían igual; misma camisa blanca sin mangas, pantalón corto que les llegaba a mitad de la pierna. Lo que se podía diferenciar de estas dos personas era el tono de piel y el cabello; la de la derecha tenía un tono muy peculiar, color entre gris y morada, cabello negro como la noche, agarrado con una coleta baja, mientras el otro acompañante que estaba en su izquierda era de piel morena y no tenía cabellera.

«¡Rayos, mis manos están frías por la lluvia!» -bufó silenciosamente mientras veía sus manos con un tono pálido. «No se mueven, tal vez ellos están...» -miró a las personas que se encontraban inmóviles enfrente de la chimenea.  «Mejor voy a averiguar» -dudoso se acercó sigilosamente a las personas, estiró los brazos y tocó sus hombros.

—¡AAAAAAAAH! -los sujetos giraron mientras gritaban por tan repentino agarre helado. —¡AAAHHH! -gritó el chico de hermosos ojos verdes igual que los dos sujetos por la reacción de ellos. —¡AAAAAAAH! -Gritaron los 3 nuevamente, como niñas alocadas viendo pasar a SUPER JUNIOR.

—¡Qué susto he pasado! -dijo calmándose el chico ojiverde.  —Tontos, porqué gritan así -expresó en un tono serio.

—¡¿Susto que TÚ has pasado?! -formuló Tobe mientras se calmaba. —Nosotros debemos de haber dicho eso, menso -declaró Tobe al reconocer quien era. 

—¡Susto el de nosotros dos! ¡Verte de repente con ese agarre frío y girarnos rápido al ver tu cara, eso sí es un susto! De verdad muy horrible -mencionó Tobe dando más énfasis a su última palabra.

—Oh, vamos Tobe admite que soy guapo, todos saben eso, hasta Sosso lo admitió.

—¿Enserio? -reveló Tobe incrédulo a lo que el ojiverde había dicho.

—Vamos, chicos, primer encuentro después de años sin vernos y así es como se reciben... -dijo mientras los dos chicos empezaban a discutir.

—JA, pero, Tobe no puse ningún espejo para que vieras tu cara -hicieron caso omiso a lo que dijo Sosso.

—Sí hubieras puesto el espejo no me hubiera asustado, ya hasta creo que me hice diabético por tu culpa y ¡además al verme en el espejo vería tanta hermosura!

—¿De dónde? -levantando una ceja Sosso y el otro chico lo miraba como si Tobe un loco se tratara diciendo que el sol no calienta.

—¡De todos lados! - grito tornando un rojo muy fuerte, tal vez del enojo. Los dos chicos se miraron por un rato y volvieron su mirada a Tobe, mientras les aparecía arribita de la cabeza un signo de interrogación a los que se encontraban enfrente de Tobe.

Dulce Amor [•ACTUALIZADA•]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora