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—Hola lindura. ¡Me llamo Kim Fujimaki! -sonrió un chico de unos hermosos ojos color verdes, el cual estaba empapado, su voz era varonil, algo grave pero con un toque cariñoso.—Oye, hagas lo que hagas ella no te dirigirá la palabra -comento Tobe mientras se recargaba en el marco de la puerta.
—Tobe tiene razón -Sosso poso su mano en el hombro del chico.
—¿Por qué? -pregunto Kim a sus amigos.
—Hizo el voto de silencio -hablaron los dos al mismo tiempo.
—E-Entiendo... oye Himeko* ¿Quisieras comer con nosotros? Al fin y al cabo ellos dos lo van a pagar todo, por llegar después de mi a la entrada -los miró burlón a sus amigos. Se giró y vio a la pequeña esperando respuesta alguna, lo que la pequeña solo asintió con la cara toda roja.
—Pucca, ¿ya vienes? hemos ordenado la comida -dijo Ching acercándose a su amiga.
—Así que te llamas Pucca, Himeko, me gusta... es una lástima que no podamos comer juntos.
—¡¡Ching ya trae a Pucca!! -gritó Abyo mientras se paraba y se dirigía hacia las dos nombradas anteriormente—. Chi... ¿eh? ¿¡Pri-primo!? -sus ojos se abrieron como platos—. Hey ¡Al fin llegaste! - sonrió de oreja a oreja—. ¿Por qué me miras de esa manera? -le miro confundido al ojiverde.
—TÚ... Abyo - habló con tono sombrío—. Acabo de llegar hace apenas 20 minutos, ¿¡qué, por qué llegue al fin?! una sencilla respuesta "el mapa" que le enviaste a mi madre, y déjame decirte que no se le entiende nada; te miro así por todo el viaje que me has hecho pasar, primero cuando tome el barco de ese tal Lalo no-se-que-cosa, me estaba cobrando por todo casi me quería cobrar hasta cuando respiraba, pero me llevo hasta la playa, no sin antes darle más de 5000 euros, después cuando me adentre a la isla un oso de no sé dónde provino casi me devora, ya que se guió por el olor de mis emparedados hechos por mi madre -sacando unos de su mochila.
—Luego cuando pase por el lago esta infestado por cocodrilos, casi me arrancan una pierna si no fuera porque había unas lianas tal vez me hubiera tardado más en llegar a la aldea, pero creí que ya sería lo último pero me equivoque pase por el volcán que parecía inactivo pero por alguna razón empezó a lanzar lava y uno de esos fue una piedra de lava hirviendo y ya por último por la guarida de Kuroro -giró la mirada al ninja vengativo—. Hubo una infinidad de trampas, aunque algunas eran algo tontas y cómicas no había ni un centímetro cuadrado sin una de ellas y como estaba lloviendo ya casi no podía ni ver donde pisaba -termino esto y empezó a respirar profundamente.
—Bien,ya saque todo mi enojo -su voz cambio a un tono más amigable.
—Hola primo, entonces - giro su vista a Pucca. —Himeko ¿puedes hacernos el honor de acompañarnos a mí y a mis amigos a comer fideos? -la pequeña asintió, pero después de esto empezó a escribir algo en el pizarrón
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Dulce Amor [•ACTUALIZADA•]
FanfictionEl divertido amor que en la misteriosa isla de Sooga habita tomará un respiro por parte de la protagonista de este amor, el joven ninja que pedía a todos los Dioses posibles que parara esa gran carrera de besos llegó al fin pero, ¿el ninja está comp...