Estaba en juego la segunda parte del examen. Himawari la consideraba un poco excesiva para unos críos, pero, también, había gente de su edad que debería de ser capaz de completar la prueba. No es que no estuviera consciente de lo poco talentoso de los mayores y las grandes expectativas que generaban los novatos; pero estaban sus pequeños y le preocupaba que se lanzaran a una posible muerte.
Y, por sobre todo, que estuvieran tan motivados a ser parte de un sistema tan militar; con la invisible presencia de la guerra. El enfrentamiento, la delicia de la humanidad, que destrozaba familias, amistades y parejas. La Uzumaki frunció ligeramente el ceño. No obstante, alguien como ella, alguien como los niños que tenía adelante; no habían sido más que arrastrados por las codicias e incompetencias de algunos.
De repente, una energía —que para nada le agradaba— comenzó a pulular por ahí; entre ellos. Sus ojos se expandieron, su respiración se acompasó y trató de optimizar su sensibilidad por los chakra. Le parecía conocida, mas la sentía incompleta. Por lo que, a pesar de que le restó importancia, mantuvo su ojo afilado. Después de todo, el Hokage no le había confiado la vida del futuro de la aldea por puro mérito; el esfuerzo de años para proteger algo, daba el puntapié de sus misiones.
Tal vez algunos, como ella, eran arrastrados a ese mundo que le dejaba más cicatrices que alegrías; optando por defender lo poco que le restaba del total que se les había arrebatado. Quizás, personas marcadas por el sufrimiento, suficientemente fuertes para no caer en la venganza, harían un mundo mejor. Libre de aquella maldita corrosión que pudría al mundo.
Ante aquel pensamiento junto al aire frío que provenía del campo de entrenamiento 44, hizo que la jovencita se frotara sus erizados vellos en su piel blancuzca que comenzaba a enrojecerse por el Sol. Mientras, esperaba con la mirada clavada en algún punto del horizonte, junto a Anko que era unos años mayor que ella; con quien recordaba haber pasado unos años en la academia, anteriormente a su pérdida de memoria precoz.
—Este lugar me pone nerviosa— El comentario de Sakura, quien miraba intensamente a su maestra, rompió la línea de pensamiento de Himawari.
—Podría ser porque lo llaman "El Bosque de la Muerte"— Anko le respondió entre risas mientras señalaba a la arboleda que estaba a su espalda.— Y muy pronto averiguaran por qué lo llaman así.
Como respuesta, Naruto, no muy discreto, se burló de la explicación ya que no le asustaba. La determinación se leía en sus ojos mas Himawari solo pudo sostener su tabiqué mientras suspiraba.
—Vaya tenemos un chico rudo entre nosotros...— A continuación la mujer de pelo violáceo lo amenazo con una kunai.— No tienes miedo, ¿eh? Los chicos como tu suelen derramar su sangre en este bosque.
Himawari frunció el ceño y se acercó al ver, a su vez, el movimiento de un ninja de la niebla. El del chakra incompleto. Con la palma de su mano extendida y el chakra acumulado en esta, la pelirroja lo detuvo antes de estar un metro cerca de Anko y Naruto.
—Sólo iba a devolver la kunai.— Se excusó con una voz tétrica.
—Bueno, más te vale cuidarte si no queres morir a manos de mi espada.— Le amenazó mientras le miraba firmante.
—Disculpa. Me emocione un poco. No quería hacer daño.— Luego procedió a retirarse como si nada hubiera ocurrido.
Todos los jóvenes se veían alterados. Sakura incluso se acercó a su profesora para buscar su confirmación de que todo estaba bien. Himawari no la miró; era muy transparente como para mentirle.
—Todos están algo de mal humor, ¿no crees, Hima?— Anko conectó sus ojos marrones con los azules de su compañera.—Debe haber algo en el aire.— La miró con una sonrisa sarcástica.
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La Ninja de las Seis Espadas [Fanfic Naruto] |Kakashi x Lectora|
FanficSer la hija del cuarto Hokage y una Uzumaki ha sido un torbellino de emociones para la primogénita de la joven pareja. Los amó, ama y amará siempre, aunque no estén con ella. A pesar de tener muchas heridas en el pecho, crecerá para convertirse en u...