—¡Himawari!— exclamaban los ninjas encargados de la puerta de la aldea, a la vez que la muchacha se desplomaba.— ¿Qué ocurrió?— trataban de mantenerla despierta mientras la visión de la chica se nublaba. Había llegado a la aldea. Era un alivio, ahora podía descansar.
-•-
Después de que había perdido de vista a Itachi, la chica sentía que había perdido todos sus sentidos. ¿Tan apegada estaba a él? No. ¿Era por las memorias? Tal vez, pero eso tampoco era. ¿Por qué entonces? Sentía una gran impotencia. Además, no podía ver más que una gran nubarrón en su visión, el hecho de que sentía que se explotaba su cabeza y que sus oídos no dejaban de pitar; no le importó, siguió. Después de todo, siempre iba a pasar estas cosas en un mundo donde era sólo guerra. Y, en un mundo así, siempre tendría que adaptarse para proteger a la aldea. Tal como había hecho Itachi.
Lo había perdido para siempre debido a un sacrificio. Así iba a ser, más sabiendo que Sasuke iría por su vida para que dejara que su clan descansara en paz. "Maldito clan, malditos consejeros" sólo podía pensar la chica.En el camino, tanta angustia, hizo que le doliera el pecho. Sentía que su corazón iba a explotar e iba salirse de su pecho. Le costaba respirar y sus músculos se sentía contraídos en su joven y fuerte cuerpo. Mas, la aldea estaba enfrente a ella. Podía llegar y reportarse. Seguir luchando por los suyos, por los vivos. Por los inocentes, por los que querían el bien y por sus queridos amigos y familiares. Para que cosas como las que había pasado su amigo, no ocurrieran nunca más. "Adiós, Itachi. Por todas nuestras memorias y momentos juntos. Te veré en un mundo mejor. Te amo". Pensó cuando las últimas gotas de conciencia se escapaban de ella.
La cabeza de la pelirroja vagaba por sus recuerdos, mientras su cuerpo se encontraba en la aldea hacia la aldea cargada por los vigilantes.
—¡Vamos, Hima-chan!— la animaba un chico de casi su misma edad.
—Itachi-kun espérame. ¡Correr con esto no es fácil!— se quejaba la niña con kimono mientras subían una de las pequeñas colinas en las afueras de la aldea.
—¡Vamos! ¡Vamos! ¡Te lo vas a perder!— le tendía la mano una vez que estaban a menos de un paso.
Luego, estaban ambos sentados en el pasto, cuando los fuegos artificiales empezaron a resplandecer el oscuro cielo. "Wow" era de lo que salía de los labios de los pequeños escolares.
—¡Es hermosooooooo!— exclamaba la niña mientras se tapaba los oídos por lo fuerte que sonaba el espectáculo.
—Valió la pena que se te arruinara el kimono.— Le comentó su mejor amigo mientras veía los bordes de este manchados.
—¡Mi mamá me va a regañar!— lloriqueaba mientras se imaginaba la aterradora mirada y el puño de su madre. El chico sólo reía, inocentemente, ante su reacción.
—¿Valió la pena, verdad?
—¡Sí!— le respondió la niña mientras tomaba la pequeña mano del contrario y volvían juntos a la aldea. El espectáculo había terminado.
"Valió la pena. Al menos, tuvimos una infancia feliz".
—¿Tú crees?— le respondía una voz que no conocía.
Ya no estaba en su recuerdo de la infancia. Era un lugar todo oscuro con un piso viscoso. ¿Era su mente? ¿O era un mal sueño?
—Sí...
—Si tu lo dices— le respondió la resonante voz mientras que la pelirroja se hundía en ese piso viscoso.
No veía, no sentía, no oía; no podía hacer nada. NADA.
Hasta que una luz junto con un gran dolor, la trajo a un mundo. Un mundo en al que siempre recordaba. Al que siempre volvía.
En esa ocasión estaba tirada en una cama con un montón de cables saliendo de su cuerpo. De sus brazos, de su pecho, de su garganta. En su pecho sentía un cosquilleo extraño e, inclusive, un vendaje. Un pequeño quejido se escapó de sus labios, le dolía todo y más el tubo en su traquea. La enfermera que estaba entrando, al verla a su paciente girar su rostro hacia ella, sonrío.
—No hables ni te muevas, Uzumaki-chan. Ya te saco el respirador.— Le indicó en un tono tranquilo y dulce al ver un poco de molestia en la mirada de la joven.—Tus amigos se van a alegrar de saber que estás bien. Cuando sea el horario de visita les vas a dar una linda sorpresa.
En la tarde, el reciente grupo siete entró por la puerta.
—¡Himawari-nee-chan me tenías muy preocupado!— gritaba el muchacho de cabellos rubios mientras cruzaba la puerta; apunto de abalanzarse hacia la paciente, mas fue detenido por sus sensei.
—¡Chicos!— exclamó la pelirroja, extendiendo los brazos, al ver a sus "niños" yéndole a visitar.
Todos se acercaron, aunque algunos más resignados que otros, a darle un abrazo cuidadosamente.
—¡Veo que se convirtieron en ninjas definitivamente! Me siento muy orgullosa de ustedes y espero que sigan haciéndome sentir orgullosa— les dijo con una sonrisa y lágrimas asomando sus lagrimales.
—Himawari... san... pensamos que nunca más te podríamos volver a escuchar y verte sonreír...— tartamudeó entre sollozos la kunoichi de pelo rosado.
—Tranquila, Saku-chan. ¡Aquí sigo!— la tranquilizó mientras palmeaba su coronilla.
—¡Si me hubieras abandonado, no sé que hubiera sido de mí!— resoplaba el rubio. Y, a su vez, el azabache bajaba la mirada como si asintiera el hecho de que aquel evento le atormentaría.
—¡Pero aquí sigo!— volvió a exclamar la pelirroja.— Veo que te tomaste muy en serio lo de cuidarlos— le comentó divertida la Namizake al Hatake.
—Me asignaron al equipo 7, así que me sorprendió— le respondió el hombre con los ojos cerrados, mientras se sobaba la mejilla con el dedo índice.
La joven rió ante el acto. Parecía que lo de Itachi no acababa de pasar. Y, así, debía quedarse. El pasado era algo que tenía que admitir que era hermoso y triste de saber que no lo tendría más. Sin embargo, ahora tenía un presente que proteger y que anhelaba cuidar, atesorar y vivir. Después de todo, era muy valioso: Cualquier pequeño aleteo de mariposa, podía cambiar muchas cosas.
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La Ninja de las Seis Espadas [Fanfic Naruto] |Kakashi x Lectora|
FanficSer la hija del cuarto Hokage y una Uzumaki ha sido un torbellino de emociones para la primogénita de la joven pareja. Los amó, ama y amará siempre, aunque no estén con ella. A pesar de tener muchas heridas en el pecho, crecerá para convertirse en u...