-El Precio De La Locura ⟨Taehyung x T/N⟩

·°22°·

 -No puedo creerlo, ¡Soy oficialmente mamá! —Exclamó mientras llevaban al bebé a la incubadora.

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2 meses después.

-Es tan difícil ser madre, ¡Y son gemelos! —Exclamó ella alterada por el llanto de la pequeña. -Pero no los cambiaría por nada. 

—Observó a su amiga de la infancia jugando con las manitas de la bebé. -Te ves tan linda… Espera, se ven tan lindas. —Ambos rieron levemente.

-¿Cómo va tu relación? —Preguntó ella mirándolo. 

-¿Con Jeongin? Bien, perfectamente, aunque vivimos juntos, deberías saberlo. 

-Lo sé, solo me encanta observar tu rostro de felicidad cuando hablas de él. ¿Y el embarazo? —Volvió a mirar a su pequeña. 

-¡Perfectamente, seré padre! No puedo creerlo, me ayudarás con el nombre, ¿Verdad? —La miró con entusiasmo.

-Lee Min Jee, hermoso nombre me ayudaste a escoger Jinnie, y claro que te ayudaré con el nombre de tu bebé, con todo lo que pueda si es posible. 

-Gracias princesa… A todo esto, ¿Algún día le dirás a Taehyung que son sus hijos? —Preguntó inocentemente.

-Tal vez, cuando tenga las fuerzas de volver a verlo a la cara. No puedo esconder la verdad, es su padre biológico, hasta entonces que las cosas queden como están. 

[. . .]

6 meses después…

TN, se encontraba sentada en el gran sillón que daba vista al gran ventanal de su casa. 

Pensaba en mil cosas dentro de ellas estaba Taehyung, el chico que le robó el corazón y después lo arrugó como papel, seguía enamorada, aún lo estaba, quería amar a Felix, pero por más que intentara, Taehyung vagaba por su mente, se había adueñado de esta.

-Hola princesa. —Una voz muy familiar la sacó de todos sus pensamientos. 

-Hola HyunJin. —Dijo viendo como el recién nombrado bajaba por las escaleras. 

-Saldré a comprar. ¿Necesitas algo para los niños?. —Habló, mientras buscaba un paraguas. 

-¿Con esta lluvia saldrás?. —Preguntó esta mirando hacia el ventanal donde podía ver las gotas y algunos relámpagos caer. 

-Claro, necesitamos comer. Y bueno. ¿Necesitas algo? —Habló con una media sonrisa dibujada en su rostro. 

-Hmm, ¿Traeras comida para todos? —Este asintió ante la pregunta. -Bueno, creo no necesitar nada.

-Bien, ya vuelvo. —El más alto se dirigió a la puerta y salió no sin antes escuchar un «Cuidate» por parte de TN. 

Agarró las llaves que yacían en su bolsillo y sin más arrancó el auto para luego emprender el camino a la tienda. 

[. . .]

-¿Algo más, joven? .—Preguntó la cajera. 

-No, solo eso. —Respondió amablemente entregándole la tarjeta. 

-Sírvase y que tenga un lindo día. —Habló la cajera con una sonrisa plantada en su rostro. 

Este hizo una última reverencia para después salir del lugar. Dejó las cosas en la parte de atrás de su auto, se subió a este y volvió camino a casa. 

Manejaba tranquilamente en la ruta, hasta que vio una silueta acercarse hacia su auto, este paró de golpe al ver que aquel sujeto corría sin importarle lo más mínimo el día. «¿Por qué?» Era la pregunta que vagaba por su mente.