Worldwide Bond [YuMark/RenHyuck]

Capítulo 3

Mark permaneció en confinamiento hasta el mediodía que un doctor vino con su vestidura de gasa y sus mascarillas. Le realizó el hisopado. A la tarde ya tenían el resultado pues Joohyun pagó una suma importante para que apuraran el proceso. Le dio negativo pero, tenía los anticuerpos, por lo que fue contagiado con anterioridad y había enfrentado la enfermedad solo. 

Una mujer se presentó con él como su guardaespaldas. Dijo que iba a prevenir posibles ataques de Donghyuck. Cumplió perfectamente con su trabajo, y no le fue tan difícil porque Mark no salió de la habitación ni Donghyuck fue a verlo. 

Ahora el reloj en la muñeca de Sooyoung, la guardaespaldas, marca las seis de la tarde. Toca la puerta de Mark y al no obtener respuesta entra sin más. Está dormido. Se acerca a verlo. Respira con normalidad, tiene un pulso constante; todo está bien. Sin embargo, las tres últimas veces que chequeó también lo encontró así. No le resulta agradable.

Toca el botón de un auricular en su oído.

—Señor Kim, el muchacho sigue durmiendo. 

Su respuesta llega un segundo después. 

—Voy para allá. Estás libre por hoy, Sooyoung. 

Ella espera a que Suho la releve antes de irse. El hombre lleva puesto un delantal naranja sobre un atuendo cómodo e invernal. 

Pone una mano en el hombro de Mark y lo mueve. 

—¿Estás bien?

Mark pestañea un par de veces antes de sentarse y estirarse. 

—Sí. ¿Por qué? 

—No has salido en todo el día. 

—¿A dónde se supone que vaya? 

Suho arquea una ceja. 

—Oh, no lo sé. ¿Qué te parece recorrer el país en el que nunca has estado? ¿Eh? Suena como una buena opción. Turismo.

Mark se encoge de hombros. 

—No sé coreano, señor. Y no puedo simplemente olvidar mi antigua vida para empezar de nuevo. Así no funciona. No para mí. 

El hombre suspira mientras se para erguido. 

—Vístete, jovencito. Iremos a dar un paseo. Tendré a un tutor listo para cuando volvamos. Y toma— saca un estuche del bolsillo del delantal—. Tus lentes nuevos. 

Son lentes Ray Ban de estilo aviador con armazón fino de color dorado. 'Wow, son lindos'. 

Mark empezará con sus clases de coreano tan pronto como sea posible. Tiene que ir a la preparatoria en marzo, y ni en las instituciones bilingües hablan cien por ciento inglés. A Suho se le hacía extraño que sus padres no le hayan enseñado el idioma natal de ellos. Supuso que no pensaron que lo necesitaría.

Los dos muchachos junto a el guardaespaldas de Suho en cubierto fueron a recorrer Séoul. Tomaron un bus hasta Jongno–gu y visitaron la peatonal Insa–dong. En ese punto de compras se venden mayormente objetos tradicionales, como tazas de té y adornos. Suho le contó a Mark la historia de Insa–dong. Él mostraba cierto interés pero seguía siendo el rey de las nubes. Siempre con la cabeza en otro lado. 

Alquilaron bicicletas y pedalearon por las calles. Mark observó las tiendas, estiró su cuello para apreciar los edificios altos. 'Mm. No es tan primermundista como creía.' opina para sí. Según él, Séoul se ve increíble en los dramas pero, en realidad, es gris y pequeño. Básico, normal. Lo único diferente a Estados Unidos, es el idioma, los cantantes explotados y los deprimentes estándares de belleza.