Capítulo 9

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Mark pagó todo el mes de febrero el el gimnasio, así se motiva. Si paga por día, no iría nunca. Por lo que a la tarde, y sin haber recibido un mensaje de Renjun después de su apasionante desayuno, pedaleó hasta el edificio deportivo de tres pisos. En la primera planta, hay aerobic y zumba. En la segunda, máquinas. En la tercera, fitness cross y pesas. 

Detiene la bicicleta. Jeno lo espera en la entrada. 

—¿Vamos mejor con ese cardio?— se lo ve contento. El barbijo negro le tapa mitad de la cara pero sus ojos son lo suficientemente demostrativos, y una sonrisa de ellos es como para morirse. 

—Mejor que ayer— dice, sin aire—. No más que mañana.

—¡Así se habla!— le da palmadas en la espalda y lo lleva adentro.

Mark le contó a su hermano en el almuerzo que quería ejercitarse. Fue Donghyuck quien propuso que vaya con Jeno. Según él: Jeno le podía orientar. La verdad es que todo eso se trataba de una jugarreta que planearon con Jaemin para ver si conseguían finalmente convertir a Jeno en bisexual –porque gay no es, hetero hetero tampoco–. Por supuesto que la sexualidad no se elige pero, quién sabe. 

Pasar por la planta baja es un desafío. Las señoras rodean a Jeno y le saludan con un choque de puños. La instructora de zumba apenas puede controlarlas. 

—¡Ánimo, señoritas! ¡Esas caderas no se mueven solas!— las mujeres ríen, Mark se encoge de vergüenza. Jeno voltea a verle—. ¿Quieres bailar una canción de bachata para calentar?— le tiende una mano. 

—No sé bailar— susurra. 

—Está bien. Deja que te guíe— Mark acepta la mano.

La instructora pone un tema de bachata en el estéreo. Jeno pega a Mark contra su cuerpo y empiezan a bailar. 'Tiene talento natural' piensa Jeno. 

Mark no se puede sentir más flechado y a gusto. Bastante bien para ser un primer amor. Ojalá Jeno no cambie de opinión porque ya tiene los nombres para sus hijos.

La canción termina. Jeno se despide de las señoras y conduce a Mark escaleras arriba, al tercer piso. 

Un grupo de muchachos está amontonado alrededor de las pesas. Todos son altos, se ven fuertes y para nada amigables. Pero Jeno le ha dicho a Mark que busque los discos de 2,5 kilos en lo que él iba al baño, y el amor le anula completamente su sentido del peligro.

—Disculpa— canturrea. Se agacha a recoger las pesas. 

Un pie pisa el par de discos antes de que Mark pueda levantarlos. Aún de cuclillas mira hacia arriba. 

—Estoy usando eso— murmura la voz grave de un chico mayor que él, quien lo observa como si Mark fuera la cosa más repulsiva del universo.

Se levanta.

—Lo siento— señala otra pila de discos—. ¿Estás usando esos? 

—También.

Para este punto Mark entiende que se están burlando de él pues, los acompañantes del apuesto castaño evitan hacer contacto visual y tratan de contener la risa. Mark enarca una ceja. 

—¿Ah, sí?— se cruza de brazos—. Pues deberías dejar de usar tantas pesas, oí que el exceso te puede dañar los músculos— lo mira de arriba a abajo—. Y siendo que no tienes muchos en el cuerpo, se te debe haber dañado el cerebro. 

Las risas suben su volumen. Alguien empieza a aplaudir y otro exclama: «¡Te atrapó, Yuta!». 

El muchacho frente a Mark, Yuta, da un paso al frente. 

Worldwide Bond [YuMark/RenHyuck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora