POR ÉL, TE ENCONTRÉ A TI.

SÓLO ES EL INICIO

Cada paso que daba Sasuke, los sentía como si brazas ardiendo estuviera pisando con sus pies descalzos. Por eso el ver el departamento que compartía con Gaara, se alivio tanto que sintió un nuevo aire llegarle de golpe.

Ingreso la llave en la ranura y al sonar el clip, abrió la puerta y entró arrastrando los pies.

Siempre había sido un hombre que le encantaba el orden, pero esta vez lo paso por alto. Sólo boto los zapatos por donde estos cayeran y camino rumbo a su cuarto.

Pero el saludo de su amigo pelirrojo proveniente de la sala, lo detuvo de seguir caminando.

--Y bien, ¿cómo te fue? -- Gaara al estar viendo la televisión, no vio en que fachas su amigo regreso de aquella "Cita" pero Sasuke al no responder, hizo que al fin girará la cabeza, asustandose de ver al azabache así. --¡Pero que te paso! -- está vez se levantó y fue a ver a su amigo. Quien estaba golpeado de la cara, una de las mangas de la camisa no estaba, y su cabello pulcramente peinado, estaba todo lleno de ramas y hojas.

--¡El maldito loco ese me hizo esto! -- grito al señalar como estaba de golpeado, además de recordar lo que pasaron en el parque y la corretiza que le pego la policía por ver que andaban peleando.

--¿Loco?..¿Acaso es hombre? -- pregunto Gaara al creer que escuchó mal, pero las palabras de Sasuke se lo confirmaron.

--Si, es un cerdo maldito -- murmuró Sasuke enojado al recordar como comió el rubio en aquel puestucho de la calle y el erupto enorme que soltó al final cuando terminaron de comer unas donas. Con sólo pensarlo ya le daban ganas de vomitar.

Gaara sintió un escalofrío al imaginarse a un obeso con problemas de control alimenticio y siendo prácticamente un imbécil en la cita por no saber comportarse.

Pero antes de hablar, un tono de llamada resono por el lugar. Gaara vio que era el teléfono que le dio a Sasuke.

--Hablando del Rey de Roma, viene el idiota y se asoma -- se burló al ver que la pantalla del teléfono decía dobe. Recordando que antes de irse de la asquerosa salida que tuvo con el oxigenado, este le pidiera su número celular para platicar con él.

Gaara sonrió con burla y se fue de ahí, dándole privacidad a su amigo para que siguiera con la farsa. Alegrandose de no ser él quien tenga que soportar algo asi y dejar que Sasuke conociera y pasará tiempo con la pareja que su padre le impuso.

Pobre iluso, grave error.

Sin embargo Sasuke tan cansado que estaba por todo el día que sufrió al lado de ese oxigenado, sólo apago el teléfono importandole poco ignorarlo y camino a su cuarto para darse un baño y dormir.

Pasaron alrededor de unos 20 minutos cuando Sasuke al fin salió de la ducha y fue a su ropero a buscar que ponerse. Logrando cambiarse en menos de 5 minutos.

Una vez listo, camino a su cama y se dejó caer en ella. Soltó un gran bostezo y sin darse cuenta se durmió.

Sin saber que su teléfono estaba siendo atacado por msj y llamadas pedidas por un rubio que se sintió ofendido por ser ignorado cuando él  sólo quería disculparse por su mal actuar en la cita.
.
.
.
Cuando el reloj sonó, Sasuke se levantó de la cama soltando una que otra maldición por el dolor que tenía en todo el cuerpo.

Pero al llegar al baño y ver su rostro en el espejo, grito con horror al ver que su ojo estaba entre azul y rojo, además de que su labio estaba hinchado y partido a la mitad.

--¡Ese maldito dobe! -- su furia fue tanta que el grito llegó hasta el cuarto de Gaara, quien se levantó a prisa de su cómoda cama y corrió a ver que le pasaba a su amigo, encontrando una escena de lo más fea. --Mas te vale no decir nada -- soltó con gran coraje al ver que el pelirrojo y apenas se contenia un ¿estas bien? Porque obvio no lo estaba.

Sasuke ya un poco más curado de su cara, salió del baño y busco el teléfono, dispuesto a joder a ese oxigenado.

Viendo que Gaara se sentó a su lado en el sofá de la sala, mientras le ofrecía una taza de café caliente y bien cargado, justo como a Sasuke le gustaba.

Pero ni bien el teléfono se encendió, este empezó a sonar una y otra vez, asustando a los dos jóvenes al no saber porque. Logrando que el teléfono ya no parpadeara anunciando que llegaban msj o llamadas pérdidas, sino sólo sonaba, dando a entender que este se trabó por tanta notificación.

Sasuke no lo tocó hasta que dejo de sonar. Cuando al fin todo pasó, ambos se dieron cuenta que había más de 200 msj y 500 llamadas de parte del dobe apodo que Sasuke le puso como contacto.

Cuando se abrió el primer msj, Gaara soltó un bufido y Sasuke se enojó. Ya que sólo eran palabras de.

¡Pudrete pedazo de mierda!
¡Maldito bastardo!
¡Estreñido!
¡Cara de culo!
¡Jodido imbécil!
¡Hijo de mil putas!

-- Sasuke, lo siento pero estos mensajes no puedo enseñarselos a mi papá -- fue lo único que pudo decir Gaara, sin ver que Sasuke estaba que hervia de coraje.

--¡Maldito dobe!..¡Me las va a pagar ese hijo de puta! -- exclamo al no abrir más msj al saber que decían estos, pero al llamar al rubio, avento la taza de café que su amigo le dio hace un momento al ver que su llamada entró a buzón de voz, le escribió un msj y no se envío, anunciando que había sido bloqueado por el rubio.
.
.
.
.