La maldición de best

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Su Señoría debe intervenir, golpeando el clásico martillo de madera varias veces sobre el mostrador, para acallar las conversaciones en la sala, producidas después del corto receso; mientras tanto  la Señora Rigby se retira lentamente del estrado.

Desde su lugar el fiscal se a puesto de pie y dirigiéndo la mirada asía el estrado, dice con voz grave. --la fiscalía llama a declarar en calidad de testigo a Pete el Maldito.

Nadie había notado su presencia, hasta que se incorpora desdé el lugar que estaba ocupando junto al grupo de rock "Piedras Rodantes"; aquellos personajes eran viejos conocidos del baterista y todos lo saludan al pasar, amigablemente.

Pete sale a un costado del pasillo y comienza a caminar hacia el estrado, lleva puesta una chaqueta de cuero de color negra, pantalones de jeans azules y botas tejanas. Es bien parecido, debe de rondar los veinticinco años, su corte de cabello es al estilo Elvis. 

Tiene una mirada bonachona y un aire tímido.

Al pasar cerca de donde está sentado John, le guiña un ojo, pero este haciéndose el desentendido mira para otro lado.

El testigo saluda al Juez de forma educada para luego ubicarse  frente al alguacil, este le pide que apoye su mano sobre la biblia, al momento de preguntarle en voz alta.

-jura decir la verdad y nada más que la verdad?.

-¡Si juro! -responde Pete el Maldito con firmeza.

Luego sube los escalones de la pequeña plataforma para tomar asiento, mientras es observado con curiosidad por algunos integrantes del jurado

El fiscal se levanta de su asiento y es seguido por la atenta mirada de todos los presentes, mientras camina hasta llegar a los pies del estrado.

-Señor Pete -pregunta el fiscal-. Con curiosidad ¿podemos saber porque lo llaman el Maldito?.   

Antes de que el testigo pueda responder la pregunta, el abogado defensor desde su lugar se para en forma enérgica y dirigiéndose al juez dice.            

-!Protesto Señoría!. ¡La defensa desestima la pregunta! pensamos que es totalmente irrelevante el cómo llamen al testigo.

A lo que el fiscal responde inmediatamente.

-Su Señoría, debemos esclarecer desde el principio algunos puntos muy importantes para el caso y entre ellos están las circunstancias por las que el testigo fue expulsado del grupo.

De inmediato el juez dice con voz firme.

-No ha lugar la protesta de la defensa, el fiscal puede continuar.

El abogado defensor que permanece de pie, intenta reafirmar su argumentación, pero desde el estrado se escucha con firmeza la voz del Juez, pidiéndole que guarde silencio.

-¡No volveré a repetírselo!, le estoy pidiendo que vuelva a tomar asiento abogado.

Este, un poco contrariado, lo obedece de inmediato sin protestar.                                

Nuevamente el fiscal formula la pregunta, pero esta vez sin ser interrumpido.

-¿Puede decirnos Señor Pete, porque lo llaman el Maldito?, estará de acuerdo con nosotros que el suyo, es un apodo muy particular.

-He sido llamado así desde el día en que me expulsaron del grupo -responde Pete en un tono reflexivo.

-Mucha gente piensa que lo que me sucedió fue realmente una maldición.

Por ese entonces estábamos haciendo mucho ruido en la Caverna, recuerdo que faltando un par de meses para que finalizara el contrato que habíamos firmado un año antes, para ser más preciso en 1961 y después de haber estado tan cerca de lograr la fama lo perdí todo de forma sorpresiva.

Los fantasmas de Penny LaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora