Cabos sueltos, bajo el puente San Francisco

94 10 1
                                    

Todo ésta dispuesto para que comience una nueva sesión, en el juicio que Las Islas está llevando a cabo, contra El Gallo y otras seis personas.

A las nueve de la mañana en punto, el alguacil se para en medio de la sala y anuncia la presencia de su Señoría, de pronto esté aparece por uno de los lados del sillón, y antes de tomar asiento, cómo de costumbre, da una rápida mirada por todo el recinto.

Luego pide qué todos los presentes vuelvan a sus lugares. Algunos rumores no dejan escuchar su vos, así que comienza a golpear de forma enérgica el martillo de madera varias veces sobre la base de metal, !orden en la sala,! !orden en la sala!, de un momento a otro vuelve la calma.

El fiscal ya tiene en sus manos la lista de testigos, que hace unos momentos acaba de alcanzarle uno de sus colaboradores. Permaneciendo de pie, el representante del pueblo dice, con su permiso su Señoría, la Fiscalía llama a declarar al Gigante. (Mal Evans)

---- Un hombre rubio de aproximadamente 30 años, de figura corpulenta se pone de pie. Lleva puesto un par de lentes de aumento, camisa blanca, pantalones un poco extravagantes, con cuadros grises y negros.

Su apodo de gigante lo tiene bien puesto, al ser de complexión robusta, debe de medir cerca de los dos metros de altura.

Se aproxima al estrado siempre sonriente, el alguacil lo hace jurar sobre la biblia y al poner su mano sobre ella; esta desaparece literalmente frente a los ojos de todos los presentes.

Después de subir los dos escalones que conducen a la plataforma de madera, toma asiento para comenzar a ser interrogado.

A muchas personas les causa un poco de gracia, como se veía sentado allí frente a todos, era un muchacho realmente grande en una silla que le quedaba muy pequeña.

¿En los años que acompaño al grupo, notó cambios importantes en la personalidad de alguno de los cuatro chicos?, ---pregunta el fiscal

--- El Gigante parece reflexionar por unos momentos sobré la pregunta y responde de forma natural.

--- Aparte de la sustitución del Gallo en 1965, no hubo cambios que pueda destacar.

---De inmediato comenzó a escucharse un fuerte rumor, en toda la sala, cada vez más intenso---.

---El Juez le puso fin, golpeando varias veces el martillo contra la base de metal, y pidiendo varias veces con mucha energía.

---!Orden en la sala, orden en la sala, orden en la sala!.

---Cuando todo volvió a la normalidad el Magistrado se dirige al Gigante y le pide que continúe con su declaración---.

---Su muerte nos cayó a todos como un balde de agua fría, continúa diciendo el testigo.
Recibimos órdenes de gente del gobierno, qué deberíamos mantener todo en absoluto secreto por el bien del grupo.

El círculo que sabía lo sucedido era muy reducido, no fuimos a ningún funeral, la poca información que teníamos decía que sufrió un accidente cuando viajaba en su automóvil.
Los comentarios eran que había
quedado totalmente destrozado.

--- Antes de continuar con el testigo, el fiscal se para frente al jurado para informarle, que existe una leyenda urbana, que habla sobre la supuesta muerte del acusado en un accidente de tránsito---.

Luego dando un sorpresivo giro sobre si mismo, bajo la atenta mirada de toda la sala, se dirige nuevamente a los pies del estrado y dice.

---!Acá es donde debemos detenernos para preguntarle señor Gigante!.

---? Basándonos en la supuesta muerte del Gallo, como lo dice la leyenda, debemos suponer que él murió en noviembre de 1966?.

Pero la misma historia sugiere que un año antes, el grupo dejo pistas en las portadas de los discos, dónde denunciaban qué uno de sus integrantes estaba muerto,más precisamente el acusado.

Los fantasmas de Penny LaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora