Capítulo 4

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La noche había caído y sería la hora del castigo que le pondrían a los 4 hombres que habían aceptado su error pero seguían guardando un poco de rencor. 

El pensamiento de dos hombres seguía siendo el mismo, seguían sintiéndose enojados con su capitana y con los demás. ¡¿Por qué rayos seguían las indicaciones de esa mujer cascarrabias y aguafiestas?!.

¡¿Qué era eso de que no podían tener diversión con una mujer si no pagaban?!, Para eso estaban las mujeres, para satisfacerlos, no osea mandarlos.

Sus pensamientos mediocres de esos dos hombres se hacían peores que habían hecho un plan para enfrentar a la capitana.

Mientras otros dos hombres, Tim y Oliver habían estado arrepentidos, ella había sido la única que había confiado en ellos y la habían roto una de sus reglas, ellos aceptarían gustosamente el castigo de compañero no sin antes pedirles perdón a las damas.

—El castigo será dado por sus compañeros, los primeros que quieran pasar que pasen—Lauren señalando el centro del terreno.

Estaban afueras de la cabaña, a los alrededores había palos encendidos que alumbraban bastante bien la zona.

Oliver y Tim dieron un paso adelante y ambos se incaron en una rodilla para pedir perdón.

—Primero queremos decir que lo lamentamos mucho, nuestra señora, estamos muy arrepentidos—Habló Tim bajando la cabeza.

—Tambien queríamos pedir perdón por levantar la voz a usted y a las damas—Añadió Oliver bajando igual la cabeza.

Lauren sonrió ligeramente y movió la cabeza dándoles el permiso de hablar a las otras dos mujeres.

—Nosotras las perdonamos—Contestó Ally con una sonrisa—Se que no era su intención.

—Perdonados—La mujer negra asintió con una pequeña sonrisa.

Las cuales sonrisas fueron lo mejor para aquellos jóvenes que tenían el perdón.

—Eso no los salvará de su castigo—Intervinó la capitana cruzando los brazos.

—No será así, aceptaremos el castigo por la falta de respeto hacia usted y las damas—Habló Oliver y Tim asintió de acuerdo.

Lauren se encontraba orgullosa de la acción de ambos al igual que toda la tripulación, su castigo con ambos sería menos doloroso pero cansado mientras que los otros dos hombres veían con odio y asco aquellos hombres, y sin poderlo evitar, uno de ellos habló.

—Malditos maricones.

Cómo todo estaba en silencio, la frase la escucharon todos, incluso Dinah y la castaña, que veían todo a la distancia.

—Creo que eso le costará—Murmuró la castaña-rubia recibiendo un asentimiento por parte de la castaña.

—Chuck, repite lo que has dicho—Ordenó Lauren con un deje molesto volteándolo a ver.

Jim y Oliver fueron jalados por Chuff a un lado, el sabía lo que se aproximaba.

—He dicho que son unos malditos maricones, ¡Todos ustedes son unos malditos maricones!, ¡¿Cómo dejan que una estúpida mujer los guíe?!—Explotó exclamandoles a todos. Lauren levantó la palma evitado que sus hombres se lanzaran con él—¡A eso le refiero, solo levantó la jodida mano y ustedes están siguiéndola como perros!.

Matt suspiró y volteo a ver a la capitana, que miraba fijamente al hombre aniquilandolo con la mirada pero su rostro era inexpresivo.

—¿A dónde llegarás con eso, Chuck?—Preguntó Lauren dando unos pasos hacia él.

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