Tu suave piel

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Nota: En este capítulo reescribí algunas partes y aumente otras ¿Cuáles? La parte del lemon, ¿Por qué? Pues porque cuando escribí este fic por primera vez, me cohibi mucho a la hora de escribir sobre la primera vez de Rin y Sesshōmaru, no me animaba a ser tan explícita y abierta pero, cuando leí más fics me dí cuenta que el lemon es lo que todas queremos (claro, eso y una buena trama), por tal motivo quise reescribir esa parte de este capítulo.
Espero que sea de su agrado.

CAPÍTULO 2

Justo como el Yōkai lo planeó llegaron por la mañana a la aldea...

Sango: ¡Oh pero si son!...
Mirando a Sesshōmaru, Rin y Jaken.
Miroku: ¿Pero qué vendrán a hacer en la aldea?
Sango: No lo sé
Rin: ¡Sango! ¡Miroku!
Extendiendo los brazos hacia ellos.
Rin: ¡Amigos que gusto volver a verlos!
Miroku: Señorita Rin que sorpresa que hayan venido.
Sango: Sí Rin, ya son más de tres meses desde que te fuiste.
Rin: Lo sé es por eso que quise venir a visitarlos, ¿Y los demás en dónde están?
Sango: Kagome y la anciana Kaede fueron a recolectar plantas medicinales, mis hijos ya sabes que a estas horas corren a jugar por toda la aldea e Inuyasha pues no lo he visto así que aún debe estar dormido.
Sesshōmaru: ¡Ja! Ese inútil
Hablaba entre dientes.
Miroku: Bueno no creo que tarden Kagome y la anciana Kaede así que mientras tanto pasen a la casa, estábamos a punto de desayunar.

Rin volteo a ver a Sesshōmaru buscando aprobación, el Yōkai le lanzó una mirada en señal de aceptación.

Rin: Sí muchas gracias.
Sango: Miroku será mejor que vayas a buscar a nuestros hijos y a Inuyasha sería bueno que le dijeras que tenemos visitas.
Miroku: Está bien, no tardo.
El monje se encaminó hacia donde los encontraría.
Sango: Por favor acompáñenme adentro.

Mientras el monje fue en busca de los niños y el Hanyō, Sango entró a la choza de la anciana Kaede acompañada de los demás, era costumbre que todos se reunieran ahí para comer.

No había pasado mucho tiempo y Kagome y la anciana Kaede entraron con una canasta llena de hierbas.

Kagome: ¡Rin! No puedo creerlo que sorpresa, hola Jaken, ¡cuñado!
Saludo con su con su habitual sonrisa.

El Yōkai sólo hizo una mueca de molestia.

Rin: Kagome, abuela no saben cuantas ganas tenía de verlas.
Kaede: Pequeña me alegro de verte.
Sango: Muy bien el desayuno está listo.
Sesshōmaru: Rin estaré afuera, Jaken tú quédate aquí.
El Yōkai se dirigió afuera de la choza y se sentó bajo la sombra de un árbol.
Kagome: Mi cuñado siempre se aparta, al parecer no está muy contento de estar aquí.
Rin: No, no es eso, es que debe estar cansado, viajamos toda la noche.
Sango: Mmm ya veo, bueno pues lo importante es que estés aquí con nosotros, Jaken ¿tú si comerás?
Jaken: Pfff pues que remedio, el amo bonito me ordenó quedarme aquí así que supongo que no pretenderás que solo los vea comer.
Rin: Vamos señor Jaken relájese y disfrute de la amabilidad de nuestros amigos.
Kaede: Dime pequeña ¿Cómo te has sentido desde que te fuiste con Sesshōmaru?
Rin: Muy feliz abuela.
Respondió con una gran sonrisa en los labios.
Todo lo que he vivido hasta ahora ha sido maravilloso.
Kagome: Pues si debe ser porque nunca había visto ese brillo en tus ojos.

Mientras tanto Miroku, sus hijos e Inuyasha ya se encontraban afuera de la choza de la anciana a punto de entrar, cuando Inuyasha se dio cuenta de la presencia de su medio hermano Sesshōmaru, solo se dirigieron una mirada poco cortés.

Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora