Una nueva vida

Sentimientos confusos

CAPÍTULO 11

Mientras Rin, Takumi y Eita se alejaban a gran velocidad, Yumiko, Kento y Ryo se preparaban para alcanzarlos pero antes de poder hacerlo, las puertas del palacio de Lady Irasue se abrieron de  golpe, era Kisho y sus hombres, entre ellos el despiadado Shin, todos dispuestos a atacar y terminar con quien se interpusiera en su camino.

Kisho: Así que aquí están ustedes, viejos… amigos, no creo que estén aquí para visitar a mi querida Irasue, hace muchísimos años que ustedes y ella dejaron de ser cercanos, ¿O me equivoco?

Kento se apresuró a responder…

Kento: A pesar de todo lo acontecido en el pasado, Irasue y nosotros no hemos dejado de lado nuestra amistad y es obvio que no te íbamos a tener informado cada que nos encontráramos con ella.
Kisho:  Aún así esta reunión tiene otros fines, he venido por la humana, más vale que me la entreguen, se los pido en nombre de la amistad que alguna vez nos unió, no quiero tener que asesinarlos a ustedes, además su vida vale mucho más que la de esa repugnante humana y ese Hanyō que está creciendo dentro de ella.
Irasue: Ella ya no está aquí, así que te puedes marchar ya, hace un rato  que se fue con el inútil de Takumi y tu sirviente Eita.
Shin: Mi señor, si usted quiere me llevaré a algunos hombres e iremos en busca de ellos El hombre hizo una reverencia esperando la orden de su amo.
Kisho: Me parece bien, no tiene caso que estemos todos aquí, además, alguien viene de regreso…

Yumiko se comenzó a sentir nerviosa, no sabia qué hacer, no podía salir corriendo para alcanzar a la humana, los sirvientes del despiadado Yōkai la seguirían y atraparían a Rin sin que ella pudiera hacer algo.
La situación era cada vez más tensa, de pronto el malvado Yōkai sintió la presencia de Inuyasha.

Kisho: Irasue, no puedo creer que permitas que esa clase de basura venga a tu palacio, al parecer ya se te olvido que a causa de su madre tú e Inu no Taishō se separaron.
Irasue: Ellos lo trajeron aquí.
Señalando a Yumiko y los demás.
Obviamente yo no lo invité y como podrás darte cuenta ni siquiera entro a mi palacio.
Kisho: Aún así has cambiado querida, si esto hubiera pasado hasta hace poco ya te habrías encargado de acabar con él, pero por ahora dejemos las cosas aquí, tu amado hijo acaba de regresar.

Al mismo tiempo todos sintieron la presencia del gran Sesshōmaru, él se percató antes de alejarse de la presencia de su enemigo y no vaciló en dar la vuelta y regresar donde su madre.

El corazón de todos los presentes latía con furia, unos por nerviosismo y otros llenos de pasión por una inminente batalla. Una esfera de luz entró al palacio a una gran velocidad…

Lejos de ahí…

Eita: Estoy seguro de que Kisho ya está en el palacio, y Sesshōmaru también.
Takumi: Sí, puedo sentir extraño el ambiente en todos lados, es como si dos fuerzas poderosas estuvieran a punto de colisionar, por el momento no debemos mencionar nada de esto frente a mi lady Rin, si se entera querrá ir de inmediato y no podemos permitirlo.
Eita: Así es pero, creo que es conveniente que yo vaya a ver qué sucede.
Takumi: Será peligroso si vas, si Kisho te ve se va a cobrar la traición que le hiciste, por ahora no nos conviene que alguno de nosotros muera o quede lastimado.
Eita: No te apures, yo me las sé arreglar para pasar desapercibido, uno de mis dones es poder tomar la forma del animal que yo quiera y puedo hacer que nadie sienta mi presencia.
Takumi: ¿Es eso cierto?
Eita: ¡Claro que si! Es mi mejor secreto guardado, ni siquiera el idiota de Kisho lo sabe, es asi como pude conocer todos y cada uno de los planes que tiene, siempre pude estar cerca de él sin que se percatara. Antes de irme tú y Rin deben irse lo más lejos que puedan, Shin y otros hombres están cerca ya, los dos juntos no podremos hacer nada si ellos nos dan alcance.
Takumi: Lo sé, desde hace un rato he estado sintiendo varias presencias acercándose a nosotros, no te preocupes, ve con cuidado, de mi señora me encargo yo, te juro que nadie va a tocarle ni un cabello.