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A Kasumi se le había corrido el maquillaje de tanto llorar. Estaba intentando abrir la puerta de su casa pero a penas tenía pulso, ya que estaba temblando.

Cuando por fin entró se encontró con su madre.

—Aquí llegó, ¡El error! —gritó e hizo que Kasumi se estremeciera.

—No quiero discutir ahora, mamá.

—A mí no me llames "mamá", me repugna. No soy tu madre y nunca lo seré.

Kasumi sólo la ignoró y fue directa a su habitación. Antes de que pudiera abrir la puerta, su madre habló una vez más.

—Ah, y... he tirado todos esos pósteres de dibujos animados que tenías por toda la pared, sólo acumulaban polvo; pero tranquila, te he puesto unos de Christopher Morgan.

Kasumi al escuchar eso se tensó, ¿de verdad había tirado sus posters otakus?

Cuándo entró comprobó que era cierto: ya no había ni rastro de los pósteres de Attack on Titan. Todo estaba lleno de pósteres Christopher Morgan y se puso a llorar de la rabia.

Ahora sí que se iba a vengar...

CONTINUARÁ

Stalker SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora